Tierradenadie

Una espera interminable

Aveces vienen sesgados, camuflados, haciéndose pasar por lo que no son, y resulta difícil clasificarlos, ponerles nombre y apellidos. Pero otras… otras vienen de cara, gritando, más que diciendo: ¡aquí estoy yo, a por esto vengo y así es como lo quiero, y punto! Es el caso que me va a ocupar.

Es inconcebible que en el tiempo que vivimos se consienta lo que está sucediendo en Cataluña. En un Estado democrático, en el que debiera ser la Ley la que determine límites, imponga frenos y prohíba desenfrenos; en una nación en la que rige una Constitución votada por mayoría abrumadora de la población -la primera y única vez en la Historia de España-; en un Estado en el que los derechos fundamentales de los ciudadanos debieran ser la prioridad absoluta de las instituciones; es inaceptable de todo punto, decía, que el Gobierno permita que ocurra lo que está ocurriendo, inaceptable sí, e ilógico, absurdo, intolerable y, por encima de todo: injusto, y muy peligroso.

Lo del independentismo catalán ya no es un desafío, ni un órdago, es una rebelión en toda regla, es sedición, traición, alzamiento contra el ordenamiento constitucional, y esto no se arregla con 'diálogo' ¿Diálogo?, ¿pero estamos idiotizados, somos memos?, ¿de qué posible diálogo estamos hablando, si no se bajan del burro antes de empezar?, ¡por Dios!

Me ataca todo el sistema nervioso central, y sus derivaciones también, ver el pasmoso ridículo que, en este asunto, está haciendo Rajoy. No hay día en el que los futuros golpistas no se rían de él -y de todos nosotros- en su redonda cara; no pierden ocasión para ignorar el pretendido 'diálogo' que reclaman, para incumplir la Ley, pitorrearse del Tribunal Supremo, desobedecer la Constitución, reírse de las instituciones, y cachondearse del Tribunal Constitucional, y Rajoy con el maldito 'diálogo' de las narices, ¡ya está bien!

¿Que no quieres referéndum?, pues ahora, en vez de para septiembre, lo adelanto al 14 de mayo ¿Que lo vas a prohibir?, pues escondo una partida de 400 millones de euros -que les ha dado Montoro de los impuestos que hemos pagado todos nosotros- en los presupuestos del Gobierno de Cataluña. Por eso la CUP accedió a aprobarlos: para sufragar el referéndum que "no se va a hacer", pero me temo que sí se va a hacer. El último colmo: anuncian que en julio activarán el procedimiento para que el Gobierno, miserable, de Cataluña cobre todos los impuestos de los catalanes, repito: todos los impuestos, ¡y Rajoy sigue mandando a Soraya en el AVE a 'dialogar' con esa panda de cuatreros impresentables! ¿Pero qué coño es esto?

A media España le duele la boca de decírtelo: intervén el Gobierno catalán. ¡Ya! A la otra media lo que le duelen son las partes pudendas, de estar sentados esperando, en lugar de corriendo a boinazos a esos mamarrachos y mandarlos a todos a la cárcel, donde están los delincuentes de su ralea bajuna y mediocre.

Estos malnacidos han convertido Cataluña en un gueto al estilo de los que hicieron los nazis para los judíos. Ser español, hoy, en Cataluña supone un auténtico suplicio, no ser independentista, un sinvivir. En lugar de libertad hay miedo y violencia, en lugar de democracia, opresión, amenaza e insulto; es una absoluta y delirante barbaridad. ¡Hay que actuar!, hay que ponerlos en su sitio, ¡ahora, hoy, no mañana!

De verdad que no sé, no puedo comprender, cómo se ha tolerado que las cosas lleguen a este extremo nauseabundo, que da verdadero asco, repugnancia y aversión. No puedo entender que una parva de pendejos estén acosando al Estado, oprimiendo a la mitad de su propio pueblo y conculcando sus derechos inalienables, incumpliendo todas las leyes que se les antoja… y entre tanto, Soraya siga haciendo cola en la taquilla de Atocha en espera de un billete en el AVE para 'dialogar' en la Plaza de San Jaime. ¡De verdad…!

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