Cien años de Lola Flores

Una estrella que sigue brillando

Firmando una bota en González Byass.

Firmando una bota en González Byass.

Etiqueta del fino Lolita Flores, años 40. Etiqueta del fino Lolita Flores, años 40.

Etiqueta del fino Lolita Flores, años 40.

Este año será un año muy especial en Jerez, se celebrará el centenario del nacimiento de Lola Flores, hecho que tuvo lugar en una humilde casa de la calle Sol el 21 de enero de 1923, o al menos así es aceptado por muchos. Hay previsto una serie de homenajes, entre ellos la inauguración del polémico museo, o Centro de interpretación de Lola Flores. Valga este pequeño tributo personal a la jerezana más internacional.En la letra del garrotín que canta en el film La niña de la venta, ‘No me tires indiré’, ella misma hace un su propio retrato, condensando en unas breves estrofas lo que ella era, y de dónde:

‘Cuando al mundo mi persona se asomó/En Jerez de la Frontera donde nací/Me encontré con estas manos pa hacer palmas, esta cara y dos pinreles pa bailar el garrotín... /

Cuando a mí me bautizaron sucedió/Lo que nunca volverá ya a suceder/Que la agüita estaba escasa por entonces y la pila la llenaron con vinillo de Jerez’.

Desde Jerez

En Las Ventas, con Orson Welles, 1955. En Las Ventas, con Orson Welles, 1955.

En Las Ventas, con Orson Welles, 1955.

A los dos meses de fallecer Lola Flores se organizó en Jerez un ciclo homenaje con siete de sus películas. El evento se desarrolló con gran éxito de público en el local municipal del cine Astoria, en los días del 24 al 30 de julio de 1995.

Lo recuerdo bien porque tuve el honor de coordinar las proyecciones, con la organización de la Filmoteca de Andalucía y otras instituciones colaboradoras.Once años más tarde, en el 2006, participé activamente en el plan de localizaciones, y posterior rodaje, del biopic Lola, la película, dirigida por Miguel Hermoso. A Lola la interpretó una novel Gala Évora, nominada como actriz revelación en los premios Goya de aquel año.

Viví aquella experiencia intensamente, con una relación muy cercana junto al equipo técnico y artístico, especialmente con su director, con el que compartía pasiones cinéfilas.

Revisando en estos días sus películas por internet uno no deja de sorprenderse observando la energía que irradia su presencia en la gran pantalla.Ella era grande, y la pantalla se le quedaba pequeña.

Si una mujer como ella alcanzó la gloria, cuyo rostro ha sido reproducido en 40 millones de sellos, emitidos por el servicio postal de España en 1996, adornando su rostro y figura en las etiquetas de un vino fino de las bodegas Manuel Becerra, glorificada su imagen en el monumento que se le erigió en su ciudad natal, en el 2003, obra de Víctor Ochoa, y doctos académicos le dedicaron numerosas semblanzas biográficas en diccionarios y enciclopedias, es porque, como hemos dicho, fue una artista excepcional. De las grandes.

En las películas

En la portada de Primer Plano, 1944. En la portada de Primer Plano, 1944.

En la portada de Primer Plano, 1944.

La joven Lola Flores debutó en el cine con una breve intervención en la película de Fernando Mignoni, Martingala, de 1940. Interpretaba el papel de una pizpireta gitana, etnia con la que se identificaría el resto de su vida, aún sin serlo.

Por esa actuación le pagarían 8.000 pesetas. Su trayectoria cinematográfica en estos primeros años abarca la década de 1940, desde Matingala hasta Jack, el negro, de 1950. De forma especial sobresale Embrujo, en 1947, con la dirección de Carlos Serrano de Osma.

La especialista Marina Díaz López, hace este comentario del film en su trabajo Lola Flores, la estrella de bata de cola: España y América según Suevia Films-Cesáreo González: ‘Es un ejemplo maravilloso de un cine reflexivo sobre las raíces folklóricas de nuestra cultura’.

Su rostro llenaba las portadas de revistas dedicadas al mundo del cine, como Primer Plano, Radiocinema, Triunfo y otras. El Centro Andaluz de Documentación del Flamenco posee en sus fondos una buena parte de las mismas, donadas por el que esto suscribe, además de programas de mano, press-books y fotocromos de sus películas.

Programas de mano de dos de sus películas mexicanas, 1956. Programas de mano de dos de sus películas mexicanas, 1956.

Programas de mano de dos de sus películas mexicanas, 1956.

En 1951, el empresario, y productor de cine, Cesáreo González, la ficha para Suevia Films. El contrato que firmó con él alcanzó la suma de seis millones de pesetas, algo extraordinario para la época. Una relación de trece años y quince películas.El avispado productor gallego Cesáreo le brindará la oportunidad de presentarla en México, donde viajó en tres ocasiones. Pero antes de marchar a América rodaría en nuestro país dos películas de éxito: La niña de la venta (1951) y La Estrella de Sierra Morena (1952).

Allí, en México, donde sería bien recibida, rodaría Ay pena, penita, pena (1953). la primera de los 9 musicales que interpretó en México entre 1953 y 1963.De nuevo en España: Morena Clara (1954), remake de la anterior de 1936 con Imperio Argentina, La danza de los deseos (1954), y La hermana Alegría (1955).Por estas fechas, el 27 de noviembre de 1953, viene a Jerez acompañada del mismo Cesáreo González, y el director de cine Florián Rey. Sería homenajeada en las bodegas de González Byass, donde firmaría una bota, y donde se le impuso la insignia de la Orden del Tío Pepe.

Programa de su actuación, de carácter benéfico, en el Teatro Villamarta, 1957. Programa de su actuación, de carácter benéfico, en el Teatro Villamarta, 1957.

Programa de su actuación, de carácter benéfico, en el Teatro Villamarta, 1957.

En los años 40’ y 50’, Lola Flores traería a Jerez, al Teatro Villamarta, sus espectáculos que triunfaban por todo el país, se recuerdan aún los de los años 1948,1950, 1955, 1957 y 1959.

Como vemos, alternaba de forma frenética el teatro y los rodajes de películas. De vuelta a México, se repiten los éxitos con Los tres amores de Lola /Lola torbellino, Limosma de amores /Tú y las nubes, La faraona, Sueños de oro, Maricruz, Echame la culpa, ésta de 1959.

Miembros de la familia, y de su habitual elenco artístico, le acompañaban en sus películas. Su hermana Carmen lo hizo en diez de ellas, como su marido, Antonio González, en otras tantas. Incluso su hija, Lolita, hizo su “debú” con pocos años en La gitana y el charro (1963), su última película mexicana, y la última con Suevia Films.Ya lo tiempos estaban cambiando, y con ello el público adicto al cine de Lola. A partir de 1967 vendrían algunas interpretaciones en películas nada destacables en las que intentaba adaptarse a los gustos de una nueva generación: Una señora estupenda, que le valió su único galardón por el Sindicato Nacional del Espectáculo, Casa Flora (1972), El asesino no está solo (1975), Juana la loca... de vez en cuando (1983).En sus últimas apariciones en la gran pantalla, en plena madurez, volvió a brillar su estrella con papeles dramáticos, algo que ella reivindicaba: Truhanes (1983), y Los invitados (1987).

Carlos Saura contó con Lola en Sevillanas, de 1992. El broche de oro en una filmografía de la que se siguen editando sus títulos en dvd.

En los libros

Cartel del ciclo de cine que se le dedicó en 1995. Cartel del ciclo de cine que se le dedicó en 1995.

Cartel del ciclo de cine que se le dedicó en 1995.

Para los interesados en la vida de Lola Flores recomiendo estos libros que abundan tanto en su biografía domo en su filmografía y discografía. Lo abrimos con el curioso libro de Francisco Umbral, editado por Dopesa en 1971, el primero dedicado a la artista de forma monográfica, ‘Lola Flores’.

Pero no será hasta 1990 que la artista se decide contar su vida al periodista Tico Medina. El libro, ‘Lola en carne viva’, será un éxito de la editorial Temas de Hoy.Tras su muerte, ya en el siglo XXI salen a la luz nuevos títulos: ‘Lola, el volcán y la brisa’, de Juan Ignacio García Garzón (Algaba, 2000 y 2007), ‘Los Flores. Artistas de Ley, familia de raza narra’ (2003), de Carmen Domingo, ‘Gitana tenías que ser’, de Emilio José Gallardo (Centro de Estudios Andaluces, 2010), y ‘Lola Flores’, de Alberto Romero Ferrer (Fundación José Manuel Lara, 2016).

El mismo año del estreno de ‘Lola, la película’, rodada parcialmente en Jerez con el asesoramiento de Jerez Film Commission, se presentaba en las bodegas Valdivia la cuidada publicación ‘Lola, fotos de rodaje’, amplio reportaje fotográfico en blanco y negro de José Antonio Carmona, a la sazón responsable de la mencionada oficina municipal. Llama la atención que en los títulos de crédito de la edición no se haga mención alguna a Jerez Film Commission, omisión algo incomprensible.

El último publicado hasta ahora es el de la periodista Marina Bernal Guerrero, ‘Lola, el brillo en sus ojos, del 2021, que este año tendrá una reedición revisada y ampliada.Un año que de seguro traerá nuevas novedades.

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