Jerez

Las estrellas brillan menos en la 'Noche Azul y Blanca'

  • La tercera edición de esta cita baja en número de asistentes en un amplio programa en el que todo vale

Jerez debe estar orgullosa porque las cosas que pasan aquí, no suceden en otro lugar del mundo. Desaparece el Pendón de la Ciudad custodiado por el Ayuntamiento, se venden castañas asadas con 30 grados a la sombra y el agua de las fuentes se vuelve azul (aunque alguna está verde todo el año) para festejar la tercera edición de la 'Noche Azul y Blanca'. Una cita en la que todo vale para darle contenido a un programa un tanto loco y extravagante, pero que cumple el objetivo de llenar las calles del centro y dinamizar de alguna manera la caja registradora de los negocios. Y es que llama la atención que en el cuadrante de actos previstos para la jornada de ayer se incluya la apertura de la Oficina Municipal de Turismo de la plaza del Arenal. Se entiende que así debe ser todos los días, aunque ciertamente no se trabaja hasta la 1 de la madrugada.

Porque muchas de las propuestas del Ayuntamiento para este día, son citas que se celebran habitualmente a lo largo de la semana, actuaciones de flamenco en tabancos, exposiciones, rastrillos, visitas guiadas a palacios y bodegas desde 10 euros (algunos ciudadanos se quejan de su elevado precio), procesiones, pasacalles, teatro, conciertos ... Sin embargo, todo ello confluye en una frenética agenda de la que sobresalen propuestas que son realmente la razón de esta cita. Esto es, el horario de apertura de los comercios, hasta las 23 horas. Sin duda, una idea que un año más tiene, pero menos, la respuesta de los jerezanos, aunque para muchos sea ésta 'la noche sin blanca' por la situación económica que pasa la ciudad. Aunque cualquier excusa es buena para dejar en casa los problemas por un rato. También es un objetivo que se cumple con esta cita, y así fue ayer. Con una calle Larga, y alrededores, casi hasta los topes, desde el mediodía, actividad que se mantuvo hasta la noche y que estuvo acompañada por la favorable climatología. Niños y mayores, eso sí, en mucha menor medida que el pasado año, se hicieron eco de la nueva edición a la que este año se sumaba el Museo Arqueológico, reabierto hace menos de doce meses. El pasacalles con carroza y formaciones musicales no tuvo la demanda deseada, en comparación con 2012, que doblaba la presencia de público. Fue más populosa la procesión del Rosario desde el colegio del Beaterio, que llenó los bares de su recorrido. "¡Con lo tranquilos que estamos normalmente por las tardes!", suspiraba la camarera de un céntrico bar. En contraposición, algunos comercios se quejaban de que este año, "la respuesta no ha sido la misma que en otras ocasiones. El día ha estado tranquilo. Parece que no terminamos de salir de esta situación", aseguraba la propietaria de una tienda de ropa de Plateros.

Por otra parte, es reseñable la excelente exposición en el patio del Ayuntamiento de varios de sus enseres y de la reliquia del dedo de San Dionisio y del actual Pendón de la Ciudad, así como la muestra antológica de Gutiérrez Montiel en los Claustros de Santo Domingo. Curioso y extraño, el concurrido pedaleo solidario de la Hermandad del Mayor Dolor en la plaza de la Asunción. Una sorpresa para propios y extraños en pleno casco histórico.

Una noche que necesitaría una repensada o una reprogramación para centrarse en los actos que dan sentido y forma a esta cita, en vez de abarcar en exceso. Una festividad de San Dionisio que se celebrará a lo largo de toda la semana, hasta el próximo 12 de octubre.

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