EN enero la alcaldesa anunció en ‘Fritur’ –la feria internacional de turismo que figura con rotulador rojo en el calendario de los concejales patrios como visita obligada a Madriz  sin consorte– que Jerez volvería a tener Feria de la Vendimia en su ciclo festivo. Entre croqueta y cocreta fueron decenas las personas que pudieron escuchar que se recuperaba esta iniciativa, para la que incluso se fijaron fechas (cuatro días de la semana que viene), con vistas, claro está, a su promoción con tiempo. Sería muy engorroso que el próximo jueves viniera alguien de Cuenca o de Lugo preguntando por dicha feria y tener que explicarle que, al final, a nadie le interesó resucitarla. De todas formas, me da que en ‘Fritur’ se presta más atención a las gambas a la gabardina –aunque sean de la temida especie ¡cuidado, que queman!– que a lo que pueda decir cualquier munícipe arropado por su propia cla. Eso sí, el año que viene se volverá a ‘Fritur’, seguro, “porque en Fritur hay que estar”.