Durante muchos años nos hemos hecho eco de la Conmemoración del Día Escolar de la No-Violencia y la Paz (DENIP) en torno al 30 de enero, una actividad desarrollada en sus inicios (1964) por Llorenç Vidal, una reflexión de plena actualidad.

La referencia a la Paloma pintada y popularizada por Picasso nos sirve igualmente para dar inicio a la infinidad de homenajes que se organizan este año en relación al artista universal.

Tenemos que intervenir. Sumemos, no restemos. No dividamos, multipliquemos.

Evitemos las confrontaciones innecesarias, fomentemos el diálogo, diseñemos y acordemos estrategias de avance, no de retroceso.

Dejemos vivir.

No ser beligerantes no significa permanecer pasivos ante las injusticias.

Impedir que alguien pueda acceder a unos estudios por razones económicas o ideológicas es totalmente denigrante. La formación conduce irremisiblemente a la libertad. Enseñemos a quienes no saben.

Pueden parecer simples propósitos para el futuro entrante, pero son normas de vida que facilitan el entendimiento y la resolución de problemas.

No se trata de ceder sin medida ni criterio, sino de consensuar caminos sin poner trabas inexplicables y parcialmente ventajosas.

El cruel enriquecimiento sin escrúpulos genera un empobrecimiento cultural del que nunca acabamos de salir.

Multitudes de iconoclastas movidas por falsos gurús “ideoplastas” (permítaseme el “palabro”) acaban por desconocimiento y falta de respeto con las increíbles creaciones artísticas que fueron el resultado de profundas meditaciones, mientras se conservan o se aplauden en muchas ocasiones verdaderos adefesios sin sentido ni vergüenza teórica o libertad emocional.

Se destruye lo que se desconoce, se desprecia lo que alguien con predicamento nos dicta, sin entrar en valoraciones personales.

Las corrientes de moda y los artilugios nos arrastran y aplastan nuestras iniciativas o nuestras individualidades.

Muchos Videojuegos y aplicaciones desarrollan una violencia sin precedentes y ningunean la voluntad de quienes se envician y no contemplan simplemente su carácter lúdico o su potencial creativo o de comunicación.

Si queremos que el alumnado de nuestros centros educativos estudie necesitamos resolver las contingencias de los entornos escolares.

Y que nos dejen en paz.

Feliz Año.