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La gastronomía más gaditana en el restaurante Cuchara de Palo

  • Platos de productos andaluces de exquisita calidad y una atractiva terraza hacen de este restaurante un lugar único en la ciudad jerezana

La gastronomía más gaditana en el restaurante Cuchara de Palo

Cuchara de Palo nace hace 5 años de la mano de dos hermanos jerezanos, Carlos y Pablo Herrero. En un principio, su cocina innovadora y vanguardista fue el motor que impulsó su crecimiento, haciendo de este lugar una visita ineludible de la gastronomía jerezana.

Carlos Herrero, chef del restaurante, ha tenido una enriquecedora formación en la materia. El cocinero español Ángel León, ganador de cinco estrellas Michelín y de tres Soles Repsol, fue su mentor y maestro.

Por su parte, Pablo Herrero bebe del mundo empresarial. Se especializó en Marketing, cursando tanto licenciatura como máster, y después de crecer ejerciendo en Sevilla y Noruega, regresó a Jerez donde, junto con su hermano, luchó por el crecimiento y esplendor del restaurante familiar Cuchara de Palo.

Sin embargo, para no caer en el hastío, esta empresa familiar ha decidido reinventarse y, sin dejar de lado su aspecto más innovador, han decidido apostar por la gastronomía más pura y típica gaditana. Este ilusionante proyecto verá la luz en forma de una nueva carta que los hermanos esperan tener expuesta al público para el próximo 1 de marzo.

A partir de ahora, los platos tradicionales gaditanos tendrán el foco protagonista, y con ellos se ofrecerán una gran variedad de tapas, dándole la importancia local que tanto merecen.

Siempre de la mano de productos andaluces, Cuchara de Palo ofrece los mejores pescados, como el atún de Barbate, las más exquisitas carnes, como la ternera de retinto, o los quesos más famosos de la comarca andaluza, como es el famoso Payoyo.

A estos platos tan elaborados se le suma la variedad única y característica de los vinos jerezanos, unos productos que dan un sabor inmejorable a los alimentos cocinados, y que son una maravilla para el paladar.

A este conjunto de gastronomía y dedicación se suma el local en sí, ya que este restaurante ostenta una terraza que detiene el tiempo. La luz que se proyecta por la tarde hace de esta estancia un lugar atractivo y mágico, que será el único toque que se necesita para completar el exquisito trato.