El gobierno local rectifica tras decidir cobrar por celebrar zambombas

Sánchez, pese a ordenar hace mes y medio cobrar entre 272 y 800 euros por organizar estas fiestas, da marcha atrás para "preservar este bien de interés cultural" · IU considera que "han perdido la cabeza"

El gobierno local rectifica tras decidir cobrar por celebrar zambombas
El gobierno local rectifica tras decidir cobrar por celebrar zambombas
F. S. Múgica / Jerez

01 de diciembre 2010 - 01:00

Nuevo episodio esperpéntico del gobierno municipal. Tras dictar el pasado 14 de octubre un bando para la celebración de fiestas navideñas mediante el que se pretendía cobrar por organizar las tradicionales zambombas jerezanas, la alcaldesa, Pilar Sánchez, dio ayer marcha atrás a esta decisión rubricando una resolución de Alcaldía que anulaba las disposiciones del citado bando. El dinero que ya se ha recaudado, que va de los 272 euros por la tasa y una revisión técnica hasta los 800 euros según la celebración, "será devuelto", según informaron a este medio fuentes municipales. Si hace algo más de un mes, el gobierno local apoyaba esta exigencia en la regularización de las "condiciones técnicas y de seguridad" que deben reunir los establecimientos que celebren dichas fiestas tradicionales, ayer se desechaba rotundamente esta idea al tratarse, argumentó el gobierno que preside Pilar Sánchez, de un elemento singular de la ciudad que, además, está en proceso de ser catalogado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía.

El portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento jerezano, Joaquín del Valle, que fue quien dio a conocer el controvertido documento, lo tildó de "bando de los bandoleros" y no dudó en asegurar que "la medida ha sido calificada de barbaridad incluso por gente de dentro del Ayuntamiento". "No hay sentido común, han perdido la cabeza", exclamó Del Valle, a quien el PP secundó asegurando que la decisión es "ridícula" y "sólo refleja el nerviosismo y desesperación de Pilar Sánchez". "Que deje [la regidora socialista] de inventar impuestos y tasas para vaciar el bolsillo de los jerezanos", reclamaron los populares en una nota de prensa. A lo que, acto seguido, añadieron: "Que no lance más cortinas de humo para tapar su incapacidad para gobernar". En este sentido, el gobierno de Sánchez, en una nota de prensa, les acusó de ser "aves de rapiña" y de "reírse de la legalidad vigente".

Según fuentes del gobierno municipal, "en aras de la preservación de la cultura e identidad jerezana, se ha dictado una resolución de Alcaldía en la que se eliminan las tasas por la celebración de zambombas; no será un hecho punible en cuanto a su celebración, por lo que queda exento el pago de las tasas y se devolverá el dinero a quienes las hayan abonado". En todo caso, puntualizaron, lo que se ha venido pagando ha sido en relación con las instalaciones accesorias, como puedan ser barras en el exterior, y las asociaciones, organizaciones no gubernamentales y las hermandades están exentas por ley de abonar la mencionada tasa.

En concreto, según el bando, al que se puede acceder en la web jerez.es, los establecimientos con licencia municipal de apertura en vigor que no ampare expresamente estas celebraciones (restaurantes, hoteles, bares, pubs, y otros establecimientos de pública concurrencia, etcétera) tienen que solicitar una autorización municipal preceptiva con un mes de antelación para celebrar las zambombas, además de un certificado expedido por un técnico competente (que justifique el cumplimiento de la normativa); la póliza de seguro de responsabilidad civil; y copia autenticada del contrato con una empresa de seguridad autorizada e inscrita en el registro del Ministerio del Interior.

En total, la burocracia se eleva para el organizador a 157,33 euros por la tasa y 115,25 euros por la revisión técnica. En conjunto, 272,58 euros que pueden incrementarse hasta los 600 si se instala una barra en la calle y hasta los 800 si la zambomba cuenta con un bidón para armar la tradicional candela que preside estas celebraciones y dan calor a los asistentes. Hay un segundo supuesto que es para locales que habitualmente no están abiertos al público -lo que generalmente ocurre con los cotillones de fin de año- y un tercero que atañe a discotecas y salas de fiesta. Ambos están exentos de la autorización.

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