Colchones con agujeros que se cambian a una cama vacía hasta que la ocupa otro enfermo y se queja, sillones para los acompañantes rotos, sábanas para secarse en vez de una toalla, ventanas por las que filtra el aire y los familiares de los pacientes tienen que cubrir con papel higiénico, sábanas que tardan en cambiarse o papel para secarse las manos bajo el control de un encargado, del que se dispone a cuentagotas. Estos son sólo algunos ejemplos de las quejas de usuarios del hospital que recibe continuamente la federación de asociaciones de vecinos 'Solidaridad' y que han ido recopilando en un listado de deficiencias que han hecho llegar a la gerente, María Ángeles Prieto, a la que además han pedido una reunión para abordar estas y otras carencias. José Saborido y Francisco Gil, miembros de la junta directiva de 'Solidaridad', aseguran que los recortes se están observando en todos los aspectos, hasta en los más domésticos, como es la falta de material, desde camillas hasta carritos.

Además de la falta de personal que ha conllevado jornadas de los eventuales al 75% y contratos de escasa duración, la federación vecinal hace suyas otras quejas, con una especial incidencia en el área de Urgencias. Denuncian la masificación de este servicio, las horas en espera de los pacientes en estas instalaciones, "donde se ven casos menos graves con otros más urgentes, personas con vómitos, dolores o como ha ocurrido en este último brote de gripe, con mascarillas, junto con personas mayores, sin ninguna diferenciación". Gil comenta una de las últimas denuncias que les ha llegado, procedente de un anciano de 84 años, que esperando en Urgencias una cama para su ingreso le llevaron la bandeja de la comida a la misma sala de espera "una sala masificada, con personas tosiendo, otros vomitando o con mascarillas puestas. Ante las quejas de los familiares, porque no era el lugar más idóneo para ponerse a comer, lo llevaron a una sala de urgencia que se había destinado a personas con sospecha de gripe A, por lo que esta persona decidió finalmente no comer".

Otra de las quejas que ha llegado a 'Solidaridad' ha sido la falta en los servicios ubicados en Urgencias de un dispositivo que avise que esté ocupado, ante la ausencia de cerrojos.

Desde 'Solidaridad' denuncian también como un problema la escasez de espacio para acumular mercancías, lo que hace que se depositen en un lugar inapropiado. "Están en el túnel debajo del servicio de Urgencias, un espacio en malas condiciones, por la falta de limpieza, donde el personal aprovecha para fumar, con colillas por el suelo, y en una zona de paso. Lo llaman muelle de carga y descarga de mercancías hospitalarias y nos preguntamos qué clase de mercancías están en ese tipo de lugar".

Las carencias se extienden, según 'Solidaridad', a las consultas externas. Critican que entre algunas pruebas diagnósticas y la siguiente con el médico pueden pasar seis meses, que hay pacientes que una vez en consulta esperan hasta dos horas para ser atendidos o el caso de personas a las que ha llegado la cita después de mucho tiempo fallecidas, "lo que demuestra una falta de organización y de sensibilidad hacia los familiares. Son situaciones que se tendrían que evitar".

Gil mantiene que "somos conscientes de los recortes que estamos padeciendo a nivel estatal, y que no compartimos, pero es la Junta la que tiene estas competencias. Desde el hospital se ignoran las peticiones de reunión con la federación. ¿A esto lo llaman participación?.