Al filo de las once de la noche se produjo la votación en la que por unanimidad, los hermanos mayores aprobaron el texto de los dos convenios que se firmarán con el Ayuntamiento, para los que han sido necesarias hasta seis reuniones entre la comisión de la Unión de Hermandades y el gobierno local. Al final se proponen dos convenios, uno genérico con un plazo hasta 2015, fecha en el que concluye su mandato el actual gobierno municipal, y otro que se renovará anualmente hasta el mismo año.

El primero de ellos incluye cuestiones genéricas como las actuaciones en Semana Santa así como las que se precisen en salidas extraordinarias u otros eventos cofrades, cesión de espacios y dos acciones especiales: la creación de una comisión que estudiará la puesta en marcha de un museo de las cofradías, cuyo emplazamiento está por definir pero gustan Los Claustros o la Enfermería del mismo recinto pero ya rehabilitado, y la cesión de un local como almacén de pasos o enseres para las cofradías pero localizado en la zona centro. El segundo convenio, el anual, es donde se recogen las compensaciones económicas propiamente dichas. Partiendo de la base, así lo se desea dejar claro desde Curtidores, de que la Unión de Hermandades llega a este convenio porque así lo ha querido el Gobierno cuando sólo demandaba el montaje de la Carrera Oficial, se suscribe el acuerdo en virtud de la aportación social, económica y de diversa índole que hacen las hermandades a la ciudad. Se establecen varios capítulos como una subvención de unos 1.000 euros por cada hermandad integrada en la UH, ahora son 42, para acción social. Otra partida es de unos 30.000 euros por la contribución que hacen las cofradías al patrimonio artístico e histórico local y su mantenimiento. Asimismo se prorratea en tres años los 90.000 euros que costó en 2012 montar la Carrera Oficial, capítulo que viene a solventar la compensación que entonces prometió la alcaldesa al dejar en manos de los cofrades la instalación. El texto también se refiere a otros aspectos más genéricos y menos trascendentes, aunque el apartado dedicado a las tasas e impuestos no se ha podido incluir por cuestiones procedimentales. Se pretendía eximir del pago del IBI a las hermandades por sus sedes sociales. Todo se cierra con un último epígrafe, bastante explícito: si el Ayuntamiento no cumple con lo acordado, será él quien tenga que asumir el montaje de la Carrera Oficial.