Un año y un mes después de recibir un hígado y dos pulmones Emilio Correro, a sus poco más de 20 años, empieza a hacer vida normal y a recuperar los años perdidos por la fibrosis quística que le diagnosticaron con sólo dos años.

Lo hace a base de un carácter descarado y de intentar disfrutar su juventud al máximo saltándose a veces incluso, lo reconoce, las recomendaciones de los médicos : "intento cuidarme pero alguna vez no hago todo lo que debo y salgo por la noche y no vuelvo hasta muy tarde".

Dice que ya sólo tiene que ir cada dos meses al médico. Poco le parece después de que los hospitales sean casi su segundo hogar. Ahora está pensando en retomar los estudios, en hacer Informática. Emilio asegura que ha engordado algunos kilos desde la última vez que le entrevistó Diario de Cádiz en noviembre del año pasado. Aunque no ha querido 'posar' esta vez pues, a pesar de su desparpajo en las distancias cortas, confiesa que "esas cosas a mi es que me dan mucha vergüenza".

En el Día Nacional del Donante de Órganos ha enviado un mensaje para arrancar un sí a los que aún se niegan a donar: "ya nadie les va a devolver a su hijo; le dieron la vida, y la han perdido, pero ahora pueden volver a dar otra nueva".

A Correro le devolvieron la suya el 29 de abril de 2008 cuando le llamaron para que se fuese al Hospital Reina Sofía de Córdoba cuanto antes porque iban a trasplantarlo. Estaba sentado en el sofá cuando al otra lado del auricular se lo dijo su médico.

A él le pareció larga la espera, pero de hecho no lo fue. Sólo unos meses una vez que los médicos decidieron definitivamente que había que trasplantarlo porque la enfermedad empezaba a deteriorar su salud seriamente. La fibrosis quística es una enfermedad genética que no permite la entrada y salida normal de la sal (cloruro de sodio) de ciertas células. En consecuencia estas células producen una secreción que obstruye los pulmones y causa problemas respiratorios. Además suele afectar a otros órganos vitales del enfermo. Emilio se había pasado así casi medio año en el hospital por culpa de los reiterados neumotórax que le quitaban el aliento.

El del gaditano Emilio Correro fue el quinto caso de trasplante múltiple hepato-bipulmonar realizado en España. Una compleja intervención quirúrgica en la que hay que sustituir los tres órganos (que deben proceder de un mismo donante) en el menor tiempo posible y que se llevó a cabo gracias a un equipo de 50 especialistas del Hospital Reina Sofía.