Los comerciantes de la plaza de abastos ya no quieren ni mirar el calendario. Sólo ver que aún falta una semana de huelga en el transporte urbano provoca más de un disgusto entre los empresarios. Y no es para menos, ya que el presidente del mercado, Juan Pablo González, calcula que diariamente se está perdiendo hasta un 70% de las ventas desde que empezó la movilización de la plantilla de Urbanos Amarillos. "No sé qué solución puede tener esto, pero lo cierto es que al final somos los usuarios y comerciantes los que nos vemos más afectados", apunta el representante de la plaza.

A pesar de las pérdidas que están teniendo, González se muestra solidario con el colectivo de Urbanos Amarillos. "Entiendo que protesten porque, como yo, son padres y madres de familia, pero habría que ver si se puede reivindicar sin perjudicar tanto a la ciudad", declara el presidente. Durante esta semana los comerciantes han visto reducida "de forma impresionante" la clientela en la plaza porque "los autobuses son nuestros pies y manos. Me da miedo mirar el calendario porque hay que sacar una casa adelante y con estas pérdidas me tiemblan las piernas. No quiero ni pensar que esto se pueda alargar mucho tiempo".

Tanta es la solidaridad que muestran los comerciantes que incluso el presidente de la plaza resalta que "los apoyamos y si hace falta cerrar un día el puesto para echarnos todos a la calle en una manifestación lo haremos. Pero la huelga nos perjudica demasiado como para que no se planteen cambiar de movilización". Insiste además que esta protesta al final "no hace daño a los responsables. Seguro que si funcionara el transporte y ellos no cobraran el billete, por ejemplo, sí fastidiaría más", destaca González.

Los comerciantes de la plaza resaltan que el mercado ha estado estos días "vacío". Susana Lendínez, de la sección de recova, reconoce que "esto es para morirse, no sé a dónde vamos a llegar si esto sigue así. Con la huelga perdemos todos". Jesús Ramírez, también propietario de un puesto de la plaza, reconoce que la protesta "me afecta muchísimo. A media mañana no había nadie, una pena" y calcula que durante estos días ha tenido una pérdida de "incluso el 80%. No me enfrento a esta huelga con resignación como otras veces, ya es rabia contenida". Vanesa Álvarez es usuaria habitual del mercado y señala que "tendría que haber una solución distinta a la huelga, porque la plaza está vacía, muy triste. Todo el mundo dice que quieren fomentar el centro, pero siempre hay una historia que lo perjudica, como las protestas y el alto precio de los aparcamientos subterráneos".

Quien también se pronunció ayer sobre el conflicto de Urbanos Amarillos fue la asociación de comerciantes de Acoje. El presidente, Fernando García, mantuvo una reunión con la delegada de Movilidad, María del Carmen Martínez, y tras el encuentro reconoce que "llegamos a la conclusión de que la huelga no tiene objeto, ya que no hay motivos claros ni lógicos para la misma. Una vez más los verdaderos perjudicados son los usuarios, muchos de ellos trabajadores que ven alterada su jornada laboral, así como nuestros propios comercios que además de los efectos de la crisis, nos vemos seriamente afectados por las consecuencias de una huelga injustificada".

En la reunión, en la que se trasladó la "inquietud y preocupación" de los comerciantes, también se pusieron otros asuntos sobre la mesa relacionados con el transporte urbano. García solicitó a la delegada de Movilidad más autobuses, que se incrementen las paradas en el centro y que se planteara poner microbuses en las horas que no son puntas para reducir gastos y no tener vehículo vacíos.