Jerez

El incendio de la subestación de la zona regable complica la campaña

  • La comunidad del Guadalcacín adopta medidas y anuncia posibles restricciones por la falta de suministro eléctrico de 'Las Majadillas'

  • Asume que la reparación de la instalación va para largo

Estado en el que quedó la subestación eléctrica de 'Las Majadillas' tras el grave incendio de finales de febrero.

Estado en el que quedó la subestación eléctrica de 'Las Majadillas' tras el grave incendio de finales de febrero. / pascual

Los regantes afrontan una campaña complicada. El grave incendio a finales de febrero de la subestación eléctrica de 'Las Majadillas', de la que se nutren las estaciones de bombeo de la zona regable del Guadalcacín, dejó sin posibilidad de verter una sola gota de agua a 12.000 hectáreas de cultivo, que tendrán que salir adelante con algunas limitaciones hasta que la instalación, completamente inutilizada, vuelva a entrar en funcionamiento.

La comunidad de regantes del Guadalcacín asume que la reparación va para largo, "situación excepcional" ante la que su junta de gobierno adoptó el lunes las primeras medidas, sin que se descarten otras restricciones conforme crezca la necesidad de agua y el suministro eléctrico siga dependiendo de los grupos electrógenos alquilados para garantizar el funcionamiento de las estaciones de bombeo, lo que implica una limitación añadida.

Los regantes no tendrán discriminación horaria para el riego al aplicarse tabla rasa en la tarifa La reducción del caudal y el establecimiento de turnos de riego, entre las posibles restricciones

Entre otras medidas, el órgano de gobierno acordó de los comuneros del Guadalcacín suprimir la discriminación horaria de los consumos en los contadores, medida con la que se pretende evitar la concentración de la demanda los fines de semana y festivos en horario nocturno, en los que se aplica la tarifa más económica. Con independencia del día y la hora a la que se riegue, se aplicará una tarifa media como la que ya se ha pasado al cobro a los comuneros en el recibo del primer cuatrimestre.

La previsión de la junta de gobierno es que se respete la dotación de caudal del proyecto de modernización (1,25 litros por segundo y hectárea) en momentos de elevada concentración o simultaneidad de la demanda de riego, si bien Carrasco se teme que, ahora que llegan los meses secos, haya que adoptar restricciones en momentos punta de la demanda, entre las que cita la posibilidad de establecer turnos de riego o de disminuir el caudal.

El máximo responsable de la zona regable solicita la colaboración y solidaridad de los comuneros para adaptarse a las circunstancias ante "la imposibilidad de regar con normalidad en la presente campaña", en la que la comunidad estará muy pendiente para que "unos comuneros no afecten a otros".

El presidente del Guadalcacín aclara, en este sentido, que no se trata de vigilar posibles abusos en el consumo, pues se da por hecho que "ningún regante tira el agua", sino del respeto a medidas extraordinarias, por ejemplo en la limitación del uso de aspersores por hectárea para que el agua llegue a todas las parcelas y no sólo a las mejor ubicadas. Y en caso de indisciplina, advierte Carrasco, que se atengan a las consecuencias, porque se denunciarán los incumplimientos al Jurado de riegos, encargado de determinar las sanciones que correspondan.

La reparación de la subestación entraña su dificultad por las características de los equipos y el material calcinado, cuyos plazos de fabricación e instalación pueden extenderse hasta cinco meses desde que se hizo el encargo por parte de la compañía de seguros, que también se hace cargo del coste del alquiler de los grupos electrógenos.

La comunidad del Guadalcacín se da por satisfecha si la subestación está lista para finales de septiembre o principios de octubre, a lo que no obstante habrá que añadir los plazos de tramitación burocrática de licencias y permisos, explica Carrasco, quien sólo tiene palabras de elogio para la aseguradora, no así para la comercializadora de electricidad, a la que culpa de ralentizar la reparación de la subestación.

"Tengo que decir que no se ha volcado con los regantes y deja mucho que desear. No ha sido consciente de que hay más de un millar de familias afectadas", indica el presidente de la comunidad del Guadalcacín, quien sospecha que la actitud de la comercializadora responde a su "interés por asumir la reparación, ya que estamos hablando de más de un millón de euros"

Entre tanto, la comunidad negocia con Endesa Distribución, de la que tampoco tiene ninguna queja, la posibilidad de facilitar suministro eléctrico provisional a la estaciones de bombeo desde otros puntos de sus redes eléctricas. Y aunque ya se han hecho a la idea de que esta campaña no podrán contar con la subestación de 'Las Majadillas', los comuneros confían en que la semana que viene puedan entrar en funcionamiento cuatro estaciones de bombeo con redes alternativas, que es "más barato que el alquiler de grupos electrógenos".

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