Reflexiones sobre psicología

La inteligencia a lo largo de la vida

  • Cómo evoluciona la inteligencia en el ser humano a lo largo de su desarrollo

Desde la primera infancia podemos ir preparándonos para tener un envejecimiento activo, no patológico, disminuyendo así, la probabilidad de que irrumpan en nuestras vidas graves procesos degenerativos como las demencias.

El inicio y progreso de una enfermedad de este tipo va a depender, en parte, de lo que algunos autores llaman reserva cerebral. La reserva cerebral podría ser entendida como la cantidad de conexiones neuronales que hemos conseguido realizar a lo largo de nuestras vidas. Dicho de una manera más sencilla, de la cantidad de ejercicio mental que hemos realizado cada día para fortalecer nuestras funciones intelectuales. De esta forma, personas más entrenadas, serán más resistentes tanto al envejecimiento normal como al envejecimiento patológico, como ocurre por ejemplo en la demencia de Alzheimer. Por desgracia, aún hoy, se recurre a tratamientos de estimulación cognitiva, sólo una vez que se ha recibido el diagnóstico, que además, suele ser bastante tardío.

Pensar que el proceso de envejecimiento deteriorará, de forma irremediable, todas nuestras habilidades, es algo habitual. Sin embargo, son muchas las investigaciones que demuestran que muchas de estas capacidades pueden seguir creciendo con el paso de los años. Sabemos que al igual que algunas funciones se deterioran, otras permanecen estables y algunas incluso mejoran, facilitando que el anciano consiga ser poseedor de un considerable saber.

Algunas investigaciones han demostrado que durante el proceso de envejecimiento se deterioran fundamentalmente las áreas cerebrales responsables de las habilidades manipulativas, como puede ser el razonamiento espacial, frente a las que gobiernan habilidades verbales, que tienden a mantenerse estables durante el envejecimiento. Parece que este mantenimiento de las habilidades verbales se debe a su mayor uso en la vida diaria. De hecho, las personas con mayor frecuencia de contacto social, ejecutan mejor las pruebas destinadas a valorar el rendimiento verbal.

En nuestro centro estamos haciendo un estudio con el objetivo de comparar las puntuaciones medias obtenidas en jóvenes de entre veinte y treinta años y adultos de entre sesenta y setenta años, y valorando el deterioro adquirido y las variables implicadas en él. Para ello, a través de nuestro correo electrónico estamos recibiendo solicitudes de participación, para que personas que se encuentren dentro de estos grupos de edad, de forma totalmente gratuita, se sometan a una prueba de inteligencia y puedan ser comparados los resultados obtenidos.

La teoría bifactorial de Cattel y Horn, dos autores de reconocido prestigio en el estudio científico de la inteligencia, trata de explicar cómo evoluciona la inteligencia en el ser humano a lo largo de su desarrollo. Diferencian entre dos tipos de inteligencia una inteligencia innata a la que llaman fluida y una inteligencia cristalizada que es aprendida o entrenada. La primera sufre un deterioro gradual a lo largo del proceso de envejecimiento mientras que la segunda parece mantenerse estable durante este proceso. Éste es el objetivo de nuestro estudio, seguir aportando nuevas pruebas sobre la rentabilidad que produce el entrenamiento cognitivo, al permitir que nuestra última etapa de vida sea satisfactoria y placentera.

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