Jerez da prestigio al whisky de malta. Los destiladores de algunas de las marcas más importantes de whiskies incorporan a sus etiquetas expresiones como sherry barrels o sherry casks, que hacen referencia al envejecimiento de la bebida espirituosa en botas envinadas en Jerez, lo que ha dado lugar a un fuerte incremento de la demanda en los últimos tiempos.

Pero el Consejo Regulador ha detectado el uso indebido del término protegido por la Denominación de Origen en etiquetas de whiskies envejecidos en botas que han contenido vinos de otras zonas de producción, por lo que ha iniciado los trámites para regular esta práctica y evitar que a los destiladores le den gato por liebre.

El envinado de botas para envejecimiento de los whiskies y en su día de rones ha existido de siempre en las bodegas del Marco, para las que supone un negocio redondo por el alto precio que se paga en el mercado por estas barricas, que ganan valor añadido al permanecer largos meses -hasta dos años- inmovilizadas en las instalaciones bodegueras para su maceración, generalmente con mostos descalificados que no tienen reutilización por el fuerte sabor a madera que adquieren. Y es un negocio que mueve decenas de miles de botas, señalan fuentes del sector.

La institución jerezana del vino lleva un control de esta actividad en las bodegas inscritas, pero con la fiebre por identificar el origen de las botas en la que se envejecen los whiskies con la incorporación del término sherry, algo en lo que tiene mucho que ver la firma escocesa The Macallan, se prevé que afloren los envinadores dentro y fuera del Marco.

Ya hay incluso algún operador de fuera que, tras la advertencia del Consejo a los destiladores que hacían un uso indebido del término jerez, se ha dejado ver por la ciudad en busca de instalaciones para poder usar el término jerez en sus botas envinadas.

Los vocales del Consejo Regulador fueron informados en el último pleno, celebrado días atrás, de los planes que tiene la institución del vino para regular el envinado de botas, para lo que elaborará un protocolo y establecerá un registro de envinadores. "El Consejo no puede restringir que operadores que no son del Marco se dediquen al envinado, pero sí puede llevar un control del número de botas que se envinan en Jerez. Se trata de extender lo que ya se hacía con las bodegas a todos los envinadores que quieran hacer uso del término sherry", explica el director general de la institución César Saldaña.

Según Saldaña, el auge de la demanda tiene que ver tanto con la explosión del mercado chino como con el marchamo de calidad y prestigio que aporta el envinado con mostos y/o vinos de Jerez, de los que se hacen eco numerosos expertos, que atribuyen a la influencia del jerez la gran complejidad aromática, el carácter y la gama de colores de insignes marcas de whisky de malta.

Es el caso del sumiller distinguido con la Nariz de Oro 2012, José Joaquín Cortés, quien al hilo de la presentación a finales del año pasado de la nueva gama de destilados 'The 1824 Series' de The Macallan no dudó en atribuir sus complejidad aromática, carácter y placidez a la influencia de las barricas de jerez, posiblemente el factor más apreciado y valorado en los whiskies de malta".

El nombre de la nueva gama de whiskies de la firma escocesa hace honor al año de fundación de la casa, que desde su inicio emplea las botas envinadas con jerez para la elaboración de sus maltas. De hecho, The Macallan se enorgullece tanto de su origen escocés como de la importancia del vino de Jerez en sus productos, motivo por el que decidió incorporar el nombre de Jerez a las etiquetas de 'The 1824 Series', que están revolucionando el mundo del whisky escocés al prescindir de las añadas y del envejecimiento parcial en botas envinadas con bourbon, característicos de la anterior gama de la firma escocesa, la 'Fine Oak'.

Fue el whisky maker de The Macallan, Bob Dalgarno, quien tomó la decisión de elaborar la nueva serie de estos whiskies de autor únicamente con botas de Jerez, las que elabora para la firma escocesa la tonelería Tevasa de Las Pachecas y que tras su envinado con mosto se maceran con oloroso de González Byass durante dos años.