Eva María Briosso Garrido. Ingeniera técnica naval y mecánica

Una jerezana lidera los dos grandes programas del A380

  • Desde 2011 es la máxima responsable de los programas que se ejecutan en Airbus Puerto Real para construir el estabilizador horizontal y la panza del avión

El trabajo en el interior de la factoría de Airbus Puerto Real es trasladarse a otra cultura. En un entorno como el que hoy vive la Bahía de Cádiz, con cierres de empresas y protestas casi a diario y, además, en un cinturón empresarial dominado históricamente por el empleo masculino, la realidad de la fábrica del gigante aeronáutico europeo es bien distinta.

Eva María Briosso Garrido encarna esa realidad distinta. Desde hace un año es la responsable industrial de los dos programas más ambiciosos que salen de la factoría puertorrealeña para el A380, el mayor avión de pasajeros del mundo. Se trata del estabilizador horizontal del aparato (conocido como HTP) y de la belly fairing, es decir, la panza del avión. En Puerto Real se fabrican otros elementos para el superjumbo, pero Eva es responsable de los elementos que se envían directamente a la línea de montaje final (FAL, en inglés), tanto en Toulouse como en Saint Nazaire (ambas en Francia), que salen desde La Cabezuela en barco y también en camiones.

"Me contrataron, terminé la segunda carrera y durante siete años he trabajado en el departamento de diseño, en lo que se conoce como Ingeniería de Revisión de Materiales, otro año en el departamento de Lean Manufacturing y un año como responsable industrial del A380", explica.

Recuerda que, cuando le comunicaron que iba a ser la responsable de esos proyectos, "lo primero que supuso para mí fue un reto porque nunca ha habido una responsable industrial mujer, siempre este puesto lo ha desempeñado un hombre aquí en Puerto Real y muy bien desempeñado. Es un doble reto, como mujer y como profesional".

Desde ese momento, su criterio siempre ha sido desempeñar bien su trabajo. "Yo soy la responsable de las entregas, de que los aviones se entregan según la planificación, en tiempo, en los costes fijados y también en planificación. Desde que se entrega el material a la FAL se trabaja en toda la problemática diaria de estos elementos, en los ámbitos de producción, reuniones, hasta ser responsable de problemas de transporte y cualquier problema".

La acogida en su nuevo puesto fue positiva. "Siempre fui muy respetada desde que entré en la planta", explica. "Me he sentido muy arropada, estoy rodeada al 99% por hombres y siempre he intentado aprender de ellos".

El pasado Día Internacional de la Mujer trabajadora, Eva Briosso aseguraba que "no es que cueste mucho más, pero sí cuesta algo más llegar a este puesto siendo mujer". Explica que siempre tiene en mente "que no tengo que ser ni superior ni inferior a un hombre, sino desempeñar mi trabajo lo mejor posible; trabajamos en equipos multifuncionales y hay que hacerlo lo mejor posible para la empresa. Es difícil porque se trabaja en entornos cien por cien masculinos. Yo estoy en reuniones cada día en la que todos son hombres, viajo con compañeros en otros países, son todos hombres. A veces te abstraes y piensas: son todos hombres menos yo. No es que tenga que demostrar más, pero soy mujer, estoy aquí y tengo que defenderlo como mujer y como profesional. La mujer no debe caer en eso de demostrar que es mejor. En Airbus, desde luego, no se discrimina en el sueldo, paga según el puesto, la responsabilidad y los objetivos que cumplas".

Hoy, en la factoría de Airbus Puerto Real trabajan unas 30 mujeres. De ellas, ocho lo hacen directamente en los programas del A380. En toda la compañía, el personal femenino representa un 15% de los 55.000 empleados del consorcio. Eva recuerda que, cuando llegó a la compañía, "no había mujeres montadoras en el taller, eso lo he vivido, llegaron y las cosas no estaban habilitadas para ellas. En la parte técnica había muy pocas, sí en la parte de administración. Siempre ha sido un terreno de hombres al que van llegando mujeres jóvenes que van trabajando a su mismo nivel y es lógico que al principio haya un poco de adaptación".

Pero, a nivel corporativo, es un objetivo de Airbus que cada vez haya más mujeres trabajadoras. En lo que a Eva concierne, asegura que "estoy agradecida como cualquiera que se levante por la mañana y tenga un trabajo y más en Airbus, porque es una empresa que te permite bastante desarrollo profesional. No sé si estaré aquí dentro de cinco años o en otra planta y otro proyecto; es otra de las opciones que te permite la mobility de esta empresa".

En el taller, mientras Eva Briosso comparte las incidencias del día y del trabajo con una de las operarias montadoras, Carmen Durán, por la megafonía interna se escucha: "Parada técnica finalizada". Y a continuación, cada operario se incorpora a su puesto. Es lo que toda la vida se ha conocido como la hora del bocadillo. Ahora se llaman paradas técnicas y en Airbus hay dos. En cada una de ellas, los empleados se concentran en las zonas habilitadas para desayunar o almorzar, según el turno, y después continúan.

Para la responsable industrial del A380, cuando llegan los 8 de marzo éstos no se convierten en el objetivo central: "Me levanto celebrando que trabajo todos los días. Ese día sí tengo en cuenta que antes que yo ha habido muchísimas mujeres luchando porque haya unos derechos y que aún existen muchos países en los que las mujeres no tienen derechos. Por ellas, sí lo recuerdo, por lo que hubo y por lo que todavía hay".

Pero para una mujer con "muchísimas reuniones, con equipos multifuncionales", hay muchas más incógnitas que resolver que las puramente laborales. A las 7:00 horas de cada día ya tiene su primera reunión con producción, en taller, "para reportar posibles incidencias y solventarlo lo antes posible porque la producción no puede parar. Después hay equipos con los que estamos desarrollando proyectos para optimizar procesos de producción, excelencia por el tema de calidad y a última hora de la mañana, reuniones con la FAL para ver el estado de las entregas. Aparte están los viajes".

Está casada, pero no tiene hijos. "Muchas mañanas cuando salgo de viaje, pienso: si me levantase y tuviera hijos, ¿qué haría? Siempre me fijo en las compañeras que están en puestos similares al mío y son madres. Todo es organización con la pareja, me dicen. Es complicado, un factor más añadido. Puede que el hombre no lleve ese factor en la agenda, pero la mujer sí". Por eso, asegura que "pensar en un hijo depende ya de las prioridades de cada persona, se valora la actividad profesional pero depende de cada situación".

Y Airbus piensa en la conciliación. En su factoría de Getafe, por ejemplo, ya se está trabajando en montar una guardería. En Touluose hay una para 30 niños; en Alemania, otra para 190 niños. "Eso podría ser positivo incluso para el padre, porque también podría compartir esa responsabilidad y seguir trabajando". En Puerto Real ya se está trabajando para, en un futuro, instalar otra guardería. Es cuestión de tiempo, aseguran desde la empresa.

"Tengo compañeras que a las tres menos algo dicen que se tienen que ir corriendo a recoger a sus hijos. Eso sería positivo tanto para la empresa como para la trabajadora que ganaría en tranquilidad y relajación en su puesto".

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