Primeras comuniones en tiempos de pandemia

El laberinto blanco

  • Párrocos y padres se preparan para un verano de primera comuniones

  • Los aforos quedarán limitados al mínimo posible en las iglesias 

  • Los sectores textil y hostelero también se han visto afectados

Bernardo Gómez Íñigo, en las instalaciones de la tienda especializada ‘Donald’.

Bernardo Gómez Íñigo, en las instalaciones de la tienda especializada ‘Donald’. / Manuel Aranda

La celebración de las primeras comuniones se ha convertido en un absoluto laberinto por la pandemia. En ese laberinto, un laberinto blanco se le podría calificar, siguen inmersos numerosos sectores y servicios que intervienen en su celebración. Los ascensos de fase alivian la situación y poco a poco se va produciendo un cierto retorno a la normalidad.

En la celebración de las primeras comuniones trabaja, en primer lugar, la Iglesia, que forma a los niños mediante las catequesis. Lo ceremonioso de esta tradición hace que los sectores textil y hostelero cuenten con gran peso en la misma. Hay dos párrocos en Jerez con gran cantidad de niños esperando para hacer la comunión. Son los padres Luis Salado (Parroquia Madre de la Iglesia, en La Granja) y el padre Miguel Ángel Montero Jordi (San Juan Bautista de la Salle, en la zona de Hipercor). Ambos hacen uso de lo que se llama la “autonomía parroquial” mediante la cual el responsable de la feligresía organiza junto a su comunidad los asuntos que competen a ambas partes.

Montero Jordi destaca que “lo primero que hice fue reunirme con los padres y les expliqué las circunstancias del estado de alarma y la forma en la que ha afectado al aforo de la iglesia así como las medidas sanitarias que conlleva”. El padre Montero recuerda que “las primeras comuniones no se pudieron celebrar en su fecha porque estaba prohibido. En cuanto se permitieron aforos me reuní con los padres y les hice estas propuestas: la primera fue que cada niño podrá elegir una tanda de primeras comuniones predeterminada, las cuales son en la primera quincena de julio y otra tanda en la primera quincena de septiembre. Igualmente es destacable que éstas se han podido celebrar desde mediados de mayo y lo serán hasta el último domingo de octubre, avisando con tiempo, en cualquiera de las misas parroquiales. Es decir, estamos dando la oportunidad de realizar la comunión en un plazo de seis meses, desde el domingo 17 de mayo hasta el 31 de octubre en cualquier misa previo aviso”.

Y es que las primeras comuniones pueden celebrarse en cualquier momento del año “si bien por tradición tendemos a hacerlo en tiempos alegres como la Pascua”. La otra posibilidad ofrecida por el padre Montero Jordi es que con el certificado correspondiente emitido por la parroquia podrán hacerla en cualquier otra si el otro párroco está de acuerdo.

Las tiendas de textil también se han visto seriamente afectadas por los aplazamientos

Otro factor a tener muy en cuenta es que las primeras comuniones son acontecimientos de gran afluencia de público. Miguel Ángel Montero apunta a este respecto que “hay que evitar las aglomeraciones típicas. Por tanto vamos a limitar el aforo con la conformidad de las familias”. A este respecto se da la circunstancia de que la parroquia de San Juan Bautista de la Salle tiene el tercer mayor aforo de las iglesias jerezanas tras la Catedral y los Marianistas, con 465 personas en un aforo normal. “Los padres lo han entendido y al mirar por el bien común y sobre todo por los abuelos hemos decidido reducirlo al mínimo posible. Ciertamente debo alabar que los padres están dando todo tipo de facilidades siendo muy comprensivos y colaboradores”, concluye el padre Montero que tiene bajo su responsabilidad a unos 180 niños.

También están los casos de los colegios. Tal es el caso por ejemplo de la Compañía de María. No son parroquia y van a tener que esperar a que empiece el colegio para celebrarlas. El 10 de septiembre comenzarán las clases y han puesto las comuniones los días 19 y 20. En San Miguel, por su parte, el sacerdote ha informado a las familias que elijan el día y las celebrarán, informa Fran Pereira.

Otro párroco con gran número de niños es Luis Salado, en La Granja. “El párroco es quien decide, en la Iglesia se le ofrece autonomía para tomar la decisión que considere oportuna”. Sobre las comuniones asegura que “las tengo previstas para el mes de julio. Son un centenar de niños para dicho mes, durante las tres primeras semanas. Las catequesis se suspendieron por la pandemia y ya no se van a reanudar. Tendremos un encuentro para prepararles para la ceremonia, las cuales serán nueve, es decir, tres por cada semana”.

El Obispado -señala el padre Salado- es partidario de que las comuniones sean lo más cercanas posibles a su tiempo tradicional. No es bueno dejarla de un año para otro. Es por ello que debemos aprovechar el verano para darle salida a las celebraciones, con asistencia de público y familiares conforme a la normativa. La ilusión de los críos es muy importante también”.

Al igual que el padre Montero destaca que “ciertamente existe la posibilidad de hacerlas en cualquier época del año. Las fechas están abiertas, esto no es un o lo tomas o lo dejas”.

De otro lado, otra gran pata de las primeras comuniones es el sector textil. No en vano, desde el niño a los invitados, quien más y quien menos, intenta lucir sus mejores galas. Un establecimiento especializado en Jerez es Donald. Al frente está Bernardo Gómez Iñigo, un veterano del textil jerezano. Confirma a este medio que tiene constancia de clientes que van a celebrar las comuniones de sus hijos en junio, julio y hasta uno que lo hará a primeros de noviembre. Merced a su trabajo, conoce perfectamente los avatares que rodean la celebración de las comuniones en estos meses de pandemia. “La mayoría de ellas se van a celebrar este año -apunta a este medio- pues los niños y las niñas crecen a lo alto y a lo ancho, las medidas cambian y se quedan chicas las prendas, lo cual es un gran problema”.

Gómez Íñigo constata que durante los meses de alarma “las ventas han sido desastrosas. Además los meses de marzo y abril coinciden con las recogidas de las comuniones, de la Semana Santa y es cuando se aprovecha para pagar a los proveedores. Y sin dinero... ¿qué haces?. Abril fue malo, aunque mejor que marzo. La caída de ventas ha sido del 50% por lo menos. Y otro factor a tener muy en cuenta es que los acompañantes a las comuniones van a ser menos por cuestiones de aforo. Así que eso también deja de venderse”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios