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Sucesos

"En España sale muy barato matar a una persona"

  • El motorista ebrio que mató al kiosquero de la calle Arcos junto al cementerio ya disfruta de libertad

  • La viuda de Félix, Isabel Barba, indignada, clama por una Justicia más dura: "Temo encontrármelo"

Isabel Barba, este miércoles, en el kiosco que regenta en la céntrica calle Arcos de Jerez.

Isabel Barba, este miércoles, en el kiosco que regenta en la céntrica calle Arcos de Jerez.

“En España sale muy barato matar a una persona”. Quien así se expresa, completamente indignada, es Isabel Barba, muy conocida en Jerez por regentar el kiosco de Rafael en la céntrica calle Arcos. En 2016 su marido fue arrollado y muerto por un motorista ebrio en las inmediaciones del cementerio de Jerez. El profundo dolor no ha hecho sino aumentar en los últimos días cuando ha conocido “que quien mató a mi marido, apenas doce días después de que mi niña hiciera la primera comunión, ya está en libertad”.

Según apunta Isabel Barba como su abogado, Juan Manuel Peña, apenas ha pasado dos años en prisión cuando fue condenado por un tribunal a cumplir tres años y medio encarcelado. “Estoy terriblemente fastidiada. Ya esta fuera. No lo entiendo, el juicio fue casi tres años después de la muerte de mi esposo, tenía que entrar en junio en prisión pero nadie lo encontró hasta septiembre. Ya tiene libertad para salir y entrar. No es lógico, Mató a una persona, mi marido murió y él ahora está tan tranquilo”.

Juan Manuel Peña, el letrado, reconoce a este medio que “legalmente esta excarcelación se produce conforme a los preceptos legales” si bien su cliente considera completamente inaceptable que “mientras en otros países se paga con 25 años de prisión en España tan sólo son cuatro. No hubo acuerdo y consideramos que tres años y medio de cárcel era una buena pena, pero que la cumpla entera. No que a los dos años ya esté fuera”.

“Matar a una persona en España sale barato, muy pero que muy barato. Iba con unos niveles de alcohol (1,75 miligramos de alcohol en sangre). Vamos que se quedaba dormido y hubo que sacarle sangre porque no podía ni soplar”, recuerda Isabel Barba, quien añade que “él iba como iba y mi marido está donde está”.

Ahora, cuando el responsable de la muerte de su esposo Félix se encuentra en la calle esta kiosquera reconoce que “con absoluta sinceridad tengo miedo de encontrármelo por la calle, así como también tengo miedo de que vuelva a hacer lo mismo”.

No puede evitar recordar que la muerte de Félix se produjo “apenas diez días después de que celebrásemos la comunión de mi niña, que entonces tenía 10 años (los sucesos acaecieron el 28 de abril de 2016). No poder sacar las fotos de la celebración hasta tres años después. Era incapaz”.

En el seno de la familia la indignación es igual o superior a la de Isabel. “Mi hijo mayor, a sus 25 años, está que no se le cree. Sentimos rabia e impotencia por lo que hizo un borracho con 58 años. Mi marido, de 48, un hombre sano y deportista está muerto porque él le dio en toda la cabeza al chocar con él. Si algo tengo claro es que en este país tenemos que cambiar las leyes. ¡Que una muerte se pague con cuatro años de cárcel... Por Dios!”.

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