Con sólo unas semanas de vida, la librería infantil y juvenil, 'El árbol de las palabras' empieza a ser un referente dentro del mundo cultural de Jerez. El establecimiento ubicado en la plaza de San Andrés está también especializado en libros de orientación para los padres.

-¿Qué diferencia tiene esta librería con las ya existentes en Jerez?

-Evidentemente, la temática, pero también el hecho de que creamos un ambiente propicio para la lectura, como por ejemplo una chimenea para que la gente se siente alrededor. También, por mi experiencia, he querido dotar a la librería de un estilo europeo, donde hay actos alrededor del libro, cuenta cuentos, tertulias...

-Lo del árbol de las palabras es algo más que un nombre, ¿no?

-Sí, hemos puesto en una de las paredes un árbol pintado con unas cuerdas para que los niños puedan colgar ahí sus historias. Pero no sólo niños, también los adultos pueden hacerlo. Cada uno va aportando su granito de arena, su hoja en este caso.

-¿Hacía falta en Jerez este espacio donde hay sitio para la fantasía?

-Creo que por el estrés y las prisas nos hemos olvidado de eso. No nos paramos a imaginar. Compramos un libro súper ventas, lo leemos y ahí se acaba todo. Hay que pararse y deleitarse con lo que se compra. Esto es algo más que una librería. Es un espacio de encuentro. Un libro es más que un producto de consumo. Es algo muy bonito que educa y, en el caso de la literatura infantil, marca nuestra infancia.

-¿Desde qué prisma enfoca usted este negocio?

-Yo doy una opción nueva desde una perspectiva nueva. Es una oferta más que demanda el público y puede enriquecer el panorama.

-¿Cree que los libros para niños están suficientemente solicitados?

-Hay una demanda latente. Pero no sólo en Jerez. También en la Campiña, El Puerto, etcétera. A la hora de montar 'El árbol de las palabras' hice un estudio de mercado y vi que había una carencia que se podía completar con la librería.

-Usted opina que los niños no encuentran ya mucho aliciente en las videoconsolas...

-Se aburren y buscan más. Quieren más y los padres ya no saben qué comprarles para entretenerlos. En los libros siempre hay un modo de diversión.

-Dentro de los títulos que maneja aquí, ¿hay algunos que destaquen por encima de otros?

-He apostado por editoriales españolas. Hay muchas pegando fuerte y hay que aprovechar eso. Ésas son las primeras que he elegido para que formen parte de las existencias de la librería.

-¿Cuál es la meta que se marca para su librería?

-Que venga público y que la librería contribuya a la educación de los niños.