Jerez

Entre máquinas, pero en la calle

  • El anuncio del cierre de Visteon en El Puerto afecta a unos 50 jerezanos que denuncian la incertidumbre de su futuro laboral · Hablan de "desesperación" a la espera de una nueva reunión el jueves con la empresa

Aún están en estado de shock y les cuesta asimilar que su futuro laboral tambalea a un ritmo cada vez mayor, pero la lucha que han encabezado desde hace dos semanas 'tapa' esas manos que tiemblan para dar una imagen de grupo fuerte y decidido. Los trabajadores de Visteon gritan que la multinacional juega a un "terrorismo industrial" y plantan cara al cierre anunciado de la factoría, fijado inicialmente para después de este verano. De los 450 empleados directos de la empresa en El Puerto, unos 50 trabajadores son jerezanos. En estas líneas hablan de cómo están afrontando el cambio y trazan un futuro de lo más incierto.

"Estoy asustado porque tengo una hipoteca, dos chiquillos y sin saber qué hacer porque mi sueldo es el único que entra en casa", comenta Miguel Ángel Sallago. El entorno familiar y de amistad de este jerezano está sufriendo en gran parte el problema del desempleo, por lo que "no puedes tirar de conocidos. Miras a los lados y ves que todo el mundo está mal... Antes dormía muy tranquilo porque pensaba que a mi familia, por lo menos, no le iba a faltar nada y ahora no lo sé, no quiero pensar en el futuro".

María Isabel Salas esconde la mirada tras unas gafas de sol y mientras recuerda cómo han ido ocurriendo los acontecimientos no puede controlar algunas lágrimas. En su caso, tanto ella como su marido trabajan en la planta portuense y no puede a entender cómo han llegado a este momento. "Tardas en reaccionar y si te quedas en paro ¿qué hay aquí? No hay nada", lamenta esta empleada de la zona del almacén, quien reconoce con voz entrecortada que "nunca te imaginas que tengas que hacer esto, es difícil, hay que mantener la calma, reunir ánimos, pero es todo tan complicado...".

Francisco Javier Moguer y su hermano también son empleados de Visteon. De nuevo, la carga de una hipoteca, un único sueldo en casa, niños pequeños y la incertidumbre de su puesto de trabajo es la estampa de estos hermanos que no han dejado la lucha junto a sus compañeros. "Me sorprende sobre todo la decisión de la empresa porque no era para esto, ni mucho menos. En tema de calidad es la mejor planta de la compañía y siempre ha tenido beneficios, no lo comprendo", comenta Francisco Javier. Juan Antonio Guitarte comparte el desconcierto ante la decisión del cierre y apunta que "sabemos que las cosas están mal en general, pero no creía que íbamos a llegar a esta situación teniendo en cuenta además que la empresa tiene beneficios a día de hoy". Cuando la dirección de la multinacional comunicó la decisión de proceder al cese definitivo de la actividad y el cierre de la planta, Juan Antonio empezó a ver "todo muy negro. La gente no se puede ni imaginar cómo estamos, esto es desesperante".

Hablan de "barbarie", de incertidumbre y angustia. Cádiz Electrónica, SA, filial del grupo Visteon Corporation que fabrica componentes electrónicos para la industria automovilística a escala mundial, informó a sus empleados de la planta de El Puerto mediante un comunicado que ante la "ausencia de nuevas líneas de negocio que pudieran cubrir la producción actual de la planta y tras un exhaustivo análisis de las perspectivas a largo plazo, la compañía no ve viable continuar con la actividad". Con estas líneas se desmoronaba la estabilidad de la plantilla. "Estamos todos en la calle, tanto los cincuenta trabajadores directos como empresas auxiliares de la planta que son también de Jerez", reconoce Luis Miguel Barroso, empleado jerezano y del comité de empresa. A pesar de que hasta el pasado jueves sólo se han podido reanudar la producción en tres de las 17 líneas de la planta, según informó el comité, los trabajadores siguen cumpliendo con su horario laboral y cada día entran en la fábrica pensando que al siguiente puede que ya esté cerrada. "En el momento que presenten la documentación y cumplan el procedimiento legal, estaremos todos fuera", señala Barroso. Este jerezano recuerda además que en los primeros días del anuncio todos andaban un poco perdidos y los compañeros hablaban por teléfono sin saber qué decir, cómo actuar. "Lo único que están haciendo es jugar al desgaste psicológico, esperan que cometamos algún tipo de imprudencia. Sin embargo, tenemos la esperanza de que reconsideren su postura y la planta siga abierta. Ése es nuestro objetivo", señala el representante del comité.

Sin embargo, en las cabezas de estos trabajadores no sólo ronda el deseo de un final feliz, sino que no pueden evitar recordar ciertas actuaciones de la empresa que ahora cobran más sentido. "Están actuando con mala fe. No podíamos producir porque no teníamos componentes y el primer día que llegaron nos introdujeron uno que daba fallos de calidad. Gracias a la alta capacidad que tenemos en la planta lo pudimos detectar a tiempo, pero lo podían haber visto como un acto de sabotaje", denuncia Rafael León.

El siguiente capítulo se escribirá el próximo jueves cuando los representantes de la multinacional vuelvan a reunirse con el comité. Además, la plantilla tiene prevista una manifestación en la ciudad para reivindicar sus puestos de trabajo, aunque aún no se conoce la fecha. Eso sí, la representación de los trabajadores sigue rechazando el desmantelamiento de la planta portuense y pide que continúe, "ya sea bajo la firma Visteon o como otra empresa. Nuestro objetivo es que esté abierta, no queremos perder nuestro empleo".

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