Fernando López Gil. Delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz

"Los mayores defensores del respeto a Doñana son los rocieros"

  • Es el responsable del Plan Romero en la provincia y desde el martes lo supervisa en el mismo Bajo de Guía

—¿Están satisfechos y convencidos de lo necesario del Plan Romero?

—Absolutamente. Hay que entender lo que de ocurrir en un caso  extremo hay que tenerlo todo previsto para la inmediata atención e incluso una evacuación. Tiene que haber un plan y tiene que revisarse cada año para superar las variaciones. El Plan tiene que dar seguridad y tenerlo todo previsto.

—¿El Plan para las hermandades de Cádiz entraña más complicaciones que el previsto para las del resto de Andalucía?

—Es el más complejo con mucha diferencia porque hay que atravesar un río, un punto muy problemático por donde pasan 10.000 personas además de los animales que van con ellos. Además se le suma el tránsito del Coto que es un parque reserva de la biosfera. Es el camino más difícil pero es el más bonito y el más atractivo. 

—El Rocío en cifras es más bajo que antaño, aunque esta romería parece que hay un repunte al alza, ¿pese a ello sigue siendo necesario el despliegue actual?

—El problema es que nunca sabemos cuanta gente va a venir. Todos los años nos planteamos si tenemos que bajar el número de operación y la dimensión en sí mismo del Plan Romero. Para esta romería hemos detectado un aumento al menos en los datos que nos remiten las hermandades. Todas experimentan una subida en mayor o menor medida. Además, bajar el dispositivo sería una imprudencia porque la emergencia puede surgir en cualquier momento y en cualquier circunstancia. De esta forma, hemos decidido mantener el plan porque por  encima de todo está la seguridad de los que van con las hermandades haciendo el camino.

—¿Hay más conciencia de los rocieros en el tránsito hasta Sanlúcar así como por el paso por un espacio tan singular como es Doñana? 

–Sinceramente me ha sorprendido, desde que soy delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en la provincia,  la implicación de los rocieros en todo el operativo y los conscientes que son en todo. Además, son absolutamente amantes del Coto. Son los máximos defensores de que se respete al máximo el tránsito y las normas de preservar el ecosistema donde se encuentran. Un ejemplo es la limpieza llevando cada hermandad una cuadrilla que limpia los desechos que van dejando. Saben que mientras ellos tengan el máximo control y sean cómplices del Plan podrán seguir pasando por Doñana, algo que es todo un lujo  y pocas cosas hay como tener ese privilegio. Saben que tienen que protegerlo. Los rocieros son ayudantes del Plan Romero sin duda alguna y toda una garantía. 

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