Jerez

La media de incineraciones en la ciudad ya supera a la europea

  • Desde el 1 de enero han pasado por el tanatorio 1.458 fallecidos, de los que un 53,84% fueron incinerados · Jerez se acerca a las cifras de Málaga, el récord nacional

A día de ayer, el Tanatorio de Jerez ha prestado servicio a las familias de 1.458 personas fallecidas desde el pasado 1 de enero. Dichos fallecimientos se han traducido en un total de 1.708 ocupaciones de salas, ya que algunos finados permanecieron más de un día en las mismas. La inmensa mayoría de los difuntos son vecinos de Jerez, ya que la práctica totalidad de las localidades de los alrededores ya cuentan con las instalaciones que antes buscaban en Jerez.

Según el informe estadístico del Tanatorio, cerrado a día de ayer por el gerente del mismo, Salvador Moreno, hasta este 31 de octubre las cremaciones realizadas en las instalaciones de Tajesa ascienden a 785, lo que significa un 53,84% sobre el total de las defunciones. De estas 785 incineraciones, el 90% de las mismas correspondieron a vecinos de Jerez.

"Un hecho especialmente destacable -abunda el gerente del Tanatorio- es que en apenas unos tres años hemos pasado del 36% de incineraciones sobre el total de fallecimientos a más del 53%. Ahora mismo -señaló- superamos la media europea". Una comparativa especialmente destacable es que la provincia española con mayor índice de cremaciones es Málaga. En ello influye el hecho de que en la misma vive un altísimo porcentaje de ciudadanos extranjeros, donde la cultura de la cremación está más extendida que en España. Pues bien, en la capital de la Costa del Sol se incinera en la actualidad al 65 % de los fallecidos y Jerez ya está casi en el 54%.

La cultura de la incineración ha calado hondo en la sociedad jerezana. ¿Cuáles son las razones? Pues según apunta Salvador Moreno son varias. "De un lado está el hecho de no dejar a los hijos la obligación de renovar los nichos, algo que los padres hicieron en vida, y también la intención de restar responsabilidades a los herederos".

La cultura andaluza ha aceptado la incineración de los restos mortales muy bien, pero las circunstancias que rodean cada fallecimiento cuentan como factor aparte. Así, el gerente del Tanatorio recuerda que "es muy difícil que los padres incineren a sus hijos, no suelen querer a pesar de que ellos sí lo desean para sí mismos, sobre todo si se trata de personas mayores".

En lo que se refiere a datos globales, Jerez cerrará este año con aproximadamente un incremento del 5% de fallecimientos respecto al año pasado. Según se apunta desde el Tanatorio "los ciclos son importantes en este tipo de circunstancias". Así, refiere Salvador Moreno que las personas que dejaron de existir en la segunda mitad de los años 30 del siglo pasado o los años 40 como consecuencia de la Guerra Civil y las posguerra "se notan, son personas que deberían de haber fallecido ahora que por desgracia lo hicieron mucho antes".

Normalmente, Jerez suele cerrar el año con el fallecimiento de 1.500 a 1.600 vecinos. Las previsiones actuales apuntan a que quizás se llegue a los 1.700 difuntos, "visto que a estas alturas de año y restando aún dos meses estamos ya casi en 1.500 personas".

De otro lado, cabe destacar que a lo largo del año hay dos momentos en los que los fallecimientos son más habituales. Se trata del cambio de estación, especialmente entre octubre y febrero, y los meses veraniegos en los que las altas temperaturas también se cobran vidas entre la población. "En invierno se notan picos, después llega la primavera y las cifras se relajan pero llega el verano y si hay cambios bruscos de temperaturas se vuelven a padecer decesos".

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