Pedro Pérez Rodríguez. Presidente de la Unión de Hermandades

"La mentira y el ánimo de contaminar una labor no lo soporto. Hace mucho daño"

- A una semana del Domingo de Ramos, ¿cómo lo afronta?

-Es una mezcla indescriptible de ilusión y responsabilidad. Ilusión de saber que, gracias a Dios, podré disfrutar de una nueva Semana Santa, de nuestra Semana Santa, como Cofrade de a pie, como costalero, como cristiano, regocijándome en todos y cada uno de los momentos inolvidables que, a buen seguro me deparará la Semana Santa 2014. Pero también con responsabilidad, muchísima responsabilidad. Desde el Consejo estamos al servicio de las cofradías, en general, y de la Semana Santa, en particular. Es un sin vivir para tratar que todo salga perfecto. Pero siempre contamos con la inestimable colaboración de las propias cofradías que ponen todo de su parte para que todo salga a pedir de boca. Y, por su puesto contamos con la ayuda de Dios, al que nos encomendamos, porque hasta el mecido de la última bellota de un paso de palio es para mayor honor y gloria de ÉL.

-¿Está todo atado?

-Dada la impresionante dimensión que ha adquirido nuestra Semana Santa en los últimos años, sin parar de crecer y evolucionar, es casi imposible decir que no queda ni un cabo suelto. Siempre surgen los flecos de última hora: una rama que no se ha podado, un plan de lluvias que no ha llegado, un palco que estorba etc… Pero en un 99% está todo trabajado y culminado. Ahora se trata de poner en práctica todo aquello que se ha venido trabajando sobre el papel, quizás eso sea lo más complicado.

-Su Consejo se ha fajado para planificar este año, ¿se ha sido justo con las críticas?

-Las críticas siempre son buenas, en especial, las constructivas. Te ayudan a crecer y a mejorar y también, por qué no, a bajarte de esa nube mayestática en la que nos instalamos a veces, pensando que todo lo que hacemos está bien y no puede ser objeto de reproche. Pero la mentira y ese ánimo de contaminar una labor, al objeto de crear un mal ambiente en este bendito mundo de las cofradías, no lo soporto. Hace muchísimo daño a nuestras hermandades y a nuestra Semana Santa. Quienes la ponen en práctica, deberían replantearse su condición como cofrades.

- ¿Teme la Semana Santa?

-Ya te digo que tengo depositada una plena confianza en la buena voluntad de las cofradías para que el desarrollo sea impoluto, es por ello que, en ese sentido, no tengo el más mínimo temor. También sé del empeño que pondrán todas las fuerzas que interactúan para lograr una perfecta Semana Santa: Ayuntamiento, Policía, Bomberos, Cruz Roja, Protección Civil etc… Con todos estos elementos, evidentemente no se puede hablar de temor. Se trata de una perfecta conjunción de elementos debidamente sincronizados que dependen unos de otros, por consiguiente, todos ponen su énfasis para que todo discurra con normalidad. Entre estos elementos se encuentra la Carrera Oficial, debidamente contrastada, analizada y estudiada, no supondrá el más mínimo problema.

- Su tercera Semana Santa como presidente, ¿cómo evalúa el tiempo pasado?

-Me cuesta mucho trabajo realizar una auto evaluación porque carecería del más mínimo sentido de la objetividad. No me pararé, por tanto, en los resultados, sino en las sensaciones y te puedo asegurar que las sensaciones dentro del Consejo son de felicidad por el trabajo y el servicio realizado en favor de nuestras hermandades y, por ende, de nuestra Semana Santa, siempre en un ambiente de cordialidad y talante conciliador. El resultado, serán otros los que deberán evaluarlo.

-Entra una nueva hermandad y hay cinco esperando ¿es alentador o para preocuparse?

-Siempre es una buena noticia que haya un grupo de Cofrades dispuesto a evangelizar y llevar, en forma de catequesis plástica, la Buena Nueva, a los más desfavorecidos, a aquellos que seguramente no van todos los domingos a misa, pero que una semana al año salen al encuentro de Jesucristo y de su Madre. Por consiguiente nos debe llenar de felicidad que nuestra Semana Santa siga creciendo y llegando cada vez a los rincones más dispersos de nuestra geografía local. Hay que tener paciencia y dejarlas crecer, están tocadas por la mano de Dios y eso es una garantía de futuro.

Hoy, el pregón, ¿qué espera de José María Castaño?

-El domingo del pregón supone la verdadera cuenta atrás y es cuando reverdecen los sentimientos más ancestrales. He compartido muchos momentos de juventud con José Mari, que es como amistosamente lo llamamos. Partidos de Fútbol, interminables tertulias eso me da una perspectiva más cercana para poder adivinar el contenido del Pregón de hoy Domingo. José Mari va a poner su corazón encima del atril de Villamarta y va a desnudar su alma cofrade. Habrá cosas que incluso a lo mejor no nos gustará escuchar a los Cofrades, pero como ha sido cocinero antes que fraile, comprenderemos el alcance de sus palabras y del incienso de sus versos.

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