Muere Álvaro Domecq | De Los Alburejos a El Carrascal
El rejoneador convirtió la finca de Medina Sidonia en un monumento a la cultura de la lidia y la crianza del caballo
Muere Álvaro Domecq | Reacciones al fallecimiento del rejoneador y ganadero jerezano
El amor y la pasión transmitida por su padre desde niño hacia el campo, el caballo y el toro convirtió a Álvaro Domecq Romero en defensor de las tradiciones. Desde la finca Los Alburejos, su atalaya, Alvarito hizo de las seiscientas hectáreas de extensión un monumento a la cultura de la lidia, la crianza del toro y por supuesto, de la crianza del caballo.
La finca fue, sin lugar a dudas, un paso continuo de toreros, ganaderos y personalidades del mundo del toro para practicar la tienta de las reses, el rejoneo, la doma vaquera y clásica, el arte de la garrocha...Todos los grandes nombres de la tauromaquia desfilaron por Los Alburejos, gracias al esfuerzo del propio Álvaro Domecq, y también de su padre.
Pero no sólo personas afines al toro deambularon por la instalación, ya que a lo largo del tiempo fueron muchos los personajes de la cultura y la aristocracia que pasaron por la finca, desde el ahora Rey Emérito Juan Carlos I a Jean Cocteau, por citar a algunos.
Los Alburejos fue también, además del epicentro de la ganadería Torrestrella, el germen de 'A campo abierto', inaugurado en 2008, una forma única de mostrar uno de los secretos mejores guardados de la cultura andaluza, la cría del toro bravo y el caballo, hasta entonces un mundo cerrado a aficionados. Con él se conseguía exhibir de una manera natural y elegante cómo vive el toro bravo en la dehesa andaluza.
Sin embargo, la venta en 2020 de la finca provocó el traslado toda la ganadería a otra instalación familiar, El Carrascal, situado en el término municipal de Benalup Casas Viejas.
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