La nueva división de vinos ecológicos de Barbadillo se estrena con buen pie en los concursos internacionales de renombre, en los que también triunfan los vinos clásicos de la bodega. La apuesta de la firma sanluqueña por la sostenibilidad y el medio ambiente recibe su recompensa en forma de las dos Medallas de Oro obtenidas en el International Organic Wine Award 2021 por Sábalo y Patinegro, sus primeros blancos ecológicos, a los que se suma el oro y el Trophy logrados por Manzanilla Pastora Pasada en Rama en el International Wine Challenge (IWC).

Barbadillo puso en marcha a principios del año pasado su nueva división ecológica, proyecto que da continuidad a su compromiso con la tierra en sus 200 años de historia. Con este motivo se presentó Sábalo, vino blanco elaborado con uva Palomino Fina 100% ecológica, que reúne la obligación y responsabilidad de la firma sanluqueña por la tierra y la sostenibilidad.

Sábalo es un vino de gran finura y delicadeza, que conjuga a la perfección la expresión de la tierra albariza y la cremosidad de su lenta fermentación. Este blanco es también un homenaje al bodeguero y poeta Manuel Barbadillo Rodríguez y al espíritu aventurero de la bodega sanluqueña.

Por otro lado, se encuentra Patinegro, presentado a finales de abril como la nueva incorporación a la división ecológica. Se trata de un vino blanco seco, también elaborado con uvas Palomino Fino y con Indicación Geográfica Protegida Vino de la Tierra de Cádiz.

Patinegro, de producción muy limitada, debe su singularidad a su procedencia de viñedos de uva palomino fino con certificación de Agricultura Ecológica y a su envejecimiento durante un año en botas de roble americano procedentes de la crianza biológica bajo velo de flor de Manzanilla.

El jurado de la International Organic Wine Award 2021 ha otorgado 91 puntos a Sábalo y 94 puntos a Patinegro, que los hacen merecedores de las Medallas de Oro en la prestigiosa certamen que organiza Wine System AG y el único autorizado por la Unión Europea realizado con PAR-System, un incorruptible sistema de cata que favorece un mayor reconocimiento de los vinos, una asignación precisa de las sensaciones organolépticas y una calificación verificable.

Considerada una de las catas más importantes del sector, los resultados del concurso son universalmente reconocidos y sirven de orientación y guía tanto a viticultores como consumidores.

Carmen Romero, responsable de la nueva división ecológica de Bodegas Barbadillo, explica que “recibir está máxima distinción internacional respalda la honestidad del proyecto ecológico de Barbadillo, donde la calidad de los vinos está a la altura de nuestro compromiso medioambiental con la costa de Cádiz”. Además, afirma, “tras la buena acogida internacional de la primera cosecha de Sábalo, presente es más de diez países en solo un año, esta nueva añada y la incorporación de Patinegro, hacen que el proyecto ecológico de Barbadillo se afiance”.

Romero añade que “este año, coincidiendo además con el 200 aniversario de la bodega, nos reafirmamos aún más en nuestro reto propio de dar visibilidad y apoyo a cuantas acciones tengan lugar a favor de mantener la biodiversidad del espacio natural de la costa de Cádiz, y especialmente, a las personas que lo hacen posible con su empeño, así como en trabajar en un mercado dirigido a consumidores implicados fuertemente con esta forma de ver el compromiso medioambiental”.

El triunfo de los vinos de siempre

Manzanilla Pastora Pasada en Rama, la primera manzanilla comercializada por Barbadillo, se suma a los éxitos de la división ecológica con la Medalla de Oro y el Trophy a la Mejor Manzanilla recientemente logrados en el International Wine Challenge, considerado el concurso de vinos más influyente del mundo.

De larga crianza biológica -ronda los nueve años de edad-, Pastora es una manzanilla pasada que hunde sus raíces en las soleras de manzanilla Solear, de donde pasa a ocupar un espacio muy concreto dentro de los 16 cascos bodegueros que configuran el entramado de Barbadillo y que, curiosamente, es conocido como Bodega Las Pastoras.

Corría el año 1827 cuando Benigno Barbadillo embotelló por primera vez una manzanilla, la marca elegida para tal ocasión fue Pastora. Casi 200 años después la bodega la recuperó para dar nombre a uno de sus vinos más especiales.

Pastora se caracteriza por su color amarillo dorado, aromas marcados a levadura, con recuerdos salinos y marinos. La entrada es intensa y con mucho sabor, aunque seguidamente se nota la suavidad propia de las manzanillas que se embotellan directamente de la bota.