Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

epidemia de coronavirus

El obispo de Jerez recomienda retirar el agua bendita de las iglesias por el coronavirus

  • Aconseja también que se eviten los besapiés, besamanos y tocamientos a las imágenes

  • Monseñor Mazuelos pide no caer en "el miedo y el sensacionalismo"

Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas este viernes en San Lucas.

Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas este viernes en San Lucas. / PASCUAL

Ante la epidemia del coronavirus, el obispo José Mazuelos ha hecho público este sábado un comunicado en el que, por un lado, alude a su formación como médico para decir que "hasta ahora, nos faltan datos para establecer medidas cautelares drásticas y habrá que esperar el parecer de los especialistas con base científica y epidemiológicas".

Por este motivo, asegura que a día de hoy, sólo se pueden dar algunas recomendaciones para ayudar a evitar el contagio.

La fundamental, según monseñor Mazuelos, es "la responsabilidad de aquellos que padezcan enfermedades respiratorias de no acudir a actos masivos y acudir a los servicios sanitarios para descartar la enfermedad cuando los síntomas así lo aconsejen". Agrega que "todos tenemos que evitar en la medida de lo posible prácticas que favorecen el contagio, que sabemos que se produce por gotas a través de la boca y de las manos".

Para ello, como obispo aconseja incrementar la higiene de las manos de todos los fieles, "recomendándoles a los sacerdotes y diáconos lavarse las manos antes y después de la eucaristía, y a ser posible usando algún desinfectante".

También recomienda evitar los besapiés, besamanos y tocamientos en las imágenes, "a no ser que las Hermandades garanticen adecuadamente que se pueda limpiar después de cada fiel, usando prudentemente en los purificadores el desinfectante adecuado que respete la conservación del patrimonio artístico".  Y por último, aconseja retirar el agua bendita de las iglesias.

El obispo sugiere, por otro lado, "la obediencia a las autoridades sanitarias, que marcarán las pautas a seguir según las circunstancias del lugar y de la población afectada por la enfermedad".

Y hace una mención al miedo y el sensacionalismo, "que nos lleva a olvidar que somos discípulos de Cristo y que estamos llamados a ser testigos del amor de Dios mediante la tranquilidad ante la cruz de la enfermedad y la disponibilidad a ayudar a todos con nuestras oraciones y cuidado si fuera necesario como tantas veces a lo largo de la historia y como nos testificaron los hermanos de San Juan de Dios ante otra enfermedad más agresiva como el ébola".

Monseñor Mazuelos invita a todos en esta Cuaresma "a pedirle al Señor por todos los enfermos y a que abra vías para encontrar un tratamiento adecuado para esta nueva enfermedad".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios