El fundador y presidente de la compañía importadora de vinos Ehrmanns, con sede en Reino Unido, Peter Dominic Dauthieu, falleció el pasado mes de diciembre en su casa de Jerez de la Frontera, a los 77 años de edad.

Peter nació en 1944, en el piso superior de una tienda de vinos, la que regentaba su familia en el pueblo de Carfax, en Horsham.

En 1939, su padre, Paul Andre Dauthieu, fundó Peter Dominic, que se convirtió en la principal cadena especializada en vinos del Reino Unido y en una conocida marca para el hogar.

La educación de Peter comenzó en la escuela preparatoria de Worth Abbey (West Sussex), para continuar en la secundaria en Downside Abbey (Somerset). Tras completar su formación académica en administración y dirección de empresas, en 1968, en la prestigiosa Escuela Wharton, de la Universidad de Pensilvania, se incorporaría a la consultora de gestión Arthur D. Little, en Boston, para trasladarse más tarde a Bruselas.

Sin embargo, el comercio del vino fue siempre su verdadera vocación, que conocía bien después de haber pasado unos años trabajando en Burdeos, Borgoña, Mosel, Oporto y Jerez.

En esta última ciudad conocería a la que sería su esposa, Mercedes Picardo, en 1964, y con la que se casó en 1968.

En 1972 se incorporó a Pedro Domecq S.A. como director Internacional, cargo que mantuvo hasta 1976 cuando fundó Viniberia S.A., con sede en Jerez. Más tarde Ehrmanns para unirse al minorista independiente de vinos finos H. Allen Smith, en Londres.

A partir de esto, forjó una moderna compañía, muy especializada en el competitivo sector del comercio del vino, siendo uno de los primeros en vender al canal de supermercados del Reino Unido, en pleno auge por aquellos años.

Además de establecer una categoría en vinos españoles y portugueses, solicitados por los consumidores y entendidos, también fue uno de los pioneros en los vinos de América del Sur.

Peter Dauthieu era Freeman de la City de Londres, Liveryman de la Worshipful Company of Vintners, y miembro de la Gran Orden de Caballeros del Vino, además de otras instituciones, como el influyente clan de los vinos de Burdeos.

Era un hombre afable, cercano, con una marcada personalidad y despierta inteligencia, dominaba cuatro idiomas, que trabajó sin descanso junto a sus dos hijos, Peter y Paul, y el equipo de Ehrmanns, para construir un negocio floreciente y ferozmente independiente.

El legado de Peter será su espíritu emprendedor, la de un visionario tenaz dispuesto a asumir riesgo y triunfar. Así lo definía el periodista Patrick Schmitt en el número de enero de la revista del sector The Drinks Business.

Hugo Campbell, directivo de Ehrmanns, tuvo estas palabras al recordarle: "Trabajar con Peter durante más de 30 años ha sido una experiencia que nunca se olvidará. Su ingenio, humanidad, creatividad y mente aguda han sido una inspiración, lo extrañamos profundamente".

Para más información, ver el artículo publicado en la sección El rebusco de Diario de Jerez el 8 de junio 2020 bajo el título 'Comerciantes de vino'.