La instalación de un carril-bus en la calle Porvera ha provocado serios recelos entre los comerciantes y hosteleros de esta zona de la ciudad. Para algunos de ellos, “se trata de un experimento en tiempos muy delicados”, si bien otros consideraban de forma prudente que “esta obra es un melón sin calar”, en clara referencia a que prefieren comprobar cómo funciona el carril-bus antes de pronunciarse.

Este medio pudo comprobar ayer cómo una de los principales motivos de queja de los comerciantes radicaba en la pérdida de la zona de carga y descarga, la cual se ubica en la actualidad en las inmediaciones de la conocida taberna ‘Petra’. Fuentes de la delegación de Movilidad consultadas por este medio aseguraron que “ni mucho menos se va a perder la zona de carga y descarga, lo único que pasa es que ésta va a ser cambiada de ubicación, pasando a ser reubicada en la zona de aparcamientos” (acera derecha de la calle Porvera).

Otro de los grandes temores de comerciantes y vecinos radica en los posibles problemas que se originen en torno a la Escuela de San José cuando los escolares salgan de las aulas en torno a las dos de la tarde. Como dicen muchos de ellos, “con que unos pocos coches paren diez segundos para recoger al niño el atasco llega hasta Santiago”.