Antonio de María, presidente de la patronal hostelera provincial Horeca, asegura que las previsiones del sector para la próxima Semana Santa “apuntan a un crecimiento de la ocupación entre el 1,5 y el 2% respecto a los datos conseguidos el año pasado”. Las esperanzas del sector son altas en mejorar ya que “tradicionalmente la Semana Santa en abril siempre ha funcionado mejor que la de marzo”. La razón, según apunta, es que “al acumularse más tiempo sin vacaciones las personas de otros destinos ansían más unos días libres de asueto que si la celebración cae en marzo”. Igualmente, destaca que al caer a mediados de mes el Domingo de Ramos “este hecho se erige en determinante pues aún hay posibilidades económicas y dinero que gastar, algo que no sería así si, por ejemplo, la Semana Santa cae a finales de marzo o finales de abril”. Cabe destacar que la Semana Santa más tardía es aquella en la que el Domingo de Resurrección puede llegar a caer el mismísimo 25 de abril.

“La meteorología jugará un papel esencial para mejorar resultados”, dice Antonio de María

En el lado negativo se encuentran las previsiones de lluvias. “Aún es demasiado temprano para saber si va a llover o no. Hay quienes ya pronostican agua. Lo cierto es que de lo que hemos mirado por el momento tan sólo sabemos que hay cierto riesgo, pero ni mucho menos está claro. Las previsiones con tanto tiempo por delante no son nada fiables”.

Como se recordará, la ocupación hotelera en la provincia fue especialmente mala el año pasado en Semana Santa, pues descendió un 10% respecto a la de 2017. No en vano alcanzó el 80% mientras que en 2017 fue del 90%. Esas cifras se obtuvieron entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección.

Mientras tanto, en Jerez siguen sin renovarse los permisos de las terrazas de veladores. Como ya informó este medio, el Ayuntamiento pretende que cada renovación venga avalada por un informe técnico de un perito en el que se midan los niveles de ruido de las referidas terrazas. “El informe vendrá a costar unos 600 euros”, destaca De María, quien se muestra disconforme “con un requerimiento que ningún ayuntamiento de Andalucía solicita a sus hosteleros”. “A estas alturas -continúa el presidente de Horeca- ciudades como Cádiz ya tienen aprobadas sus ordenanzas de terrazas”. Según Horeca, en caso de que el hostelero no tenga el referido estudio deberá cerrar su terraza a las once de la noche”. Hosteleros consultados por este medio consideran un disparate tal demanda municipal pues entienden excesivo el gasto de 600 euros, así como que tradicionalmente se ha permitido a las terrazas estar abiertas hasta la una de la mañana durante el verano.