Desarrollos urbanísticos en la zona oeste de Jerez

Otra oportunidad para El Carrascal

  • La Delegación de Urbanismo aprueba un nuevo convenio urbanístico para culminar la urbanización de esta zona residencial del oeste de la ciudad

Imagen de la calle Costa Azahar, en la zona residencial de la Hacienda El Carrascal.

Imagen de la calle Costa Azahar, en la zona residencial de la Hacienda El Carrascal. / pascual

A mediados de la pasada década, se daba un giro a la filosofía que hasta entonces se había aplicado para el desarrollo de la margen oeste de la antigua travesía de la Nacional IV. Si hasta ese momento esta franja se había destinado para desarrollos industriales (caso del Parque Empresarial), comerciales (Luz Shopping y Área Sur) o equipamientos públicos (hospital), se abría el abanico para las viviendas con varias modificaciones puntuales del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que estuvo vigente entre 1995 y 2009. Así surgieron desarrollos como Los Villares, Croft o la Hacienda El Carrascal.

Ahora bien, este último, el de El Carrascal, una bolsa de suelo de más de 142.000 metros cuadrados situado entre los depósitos del Consorcio de Aguas y las antiguas bodegas de Croft, es un fiel reflejo de los problemas que ha sufrido el sector urbanístico como consecuencia de la crisis del ladrillo. Más allá de que aún queden parcelas por edificar -en este enclave se proyectan 398 viviendas- la urbanización de este enclave se encuentra inconclusa y ahora, que hay un cierto despertar de la actividad urbanística, se pretende dar una solución definitiva a este 'debe' que arrastra desde hace años.

Quedan pendientes varios viales, una zona ajardinada y varias infraestructuras

A finales del pasado mes, el gobierno local aprobó un convenio urbanístico que marca las obligaciones de cada una de las partes implicadas, un documento con el que se pretende ejecutar de una vez las actuaciones pendientes. Ahora bien, se da la circunstancia de que en marzo se suscribió otro acuerdo similar que no pudo entrar en vigor ya que hubo problemas en la tramitación de los avales que debía entregar de las partes implicadas para asegurar las obras. Ahora se da una nueva oportunidad para tratar de acabar la urbanización de estos suelos ya que quedan pendientes la construcción de algunos viales, la adecuación de zonas verdes y varias obras de infraestructuras para suministros.

Los suelos comenzaron a desarrollarse en 2009 de la mano de dos firmas jerezanas, Inverhaus XXI y Rochdale. En pleno desarrollo, ambas quebraron, liquidándose con posterioridad todos sus activos, por lo que dejaron actuaciones de urbanización pendientes en este enclave. Ante esto, en 2014 el Ayuntamiento decretó el incumplimiento de la obligación urbanística y, por consiguiente, la ejecución subsidiaria de las obras. Al año siguiente, se le reclamó a la junta de compensación parte de la liquidación por estas obras.

Ahora bien, fruto de los procesos de liquidación de ambas promotoras, los suelos y, por ende, las obligaciones urbanísticas cambiaron de manos. En 2015 se constituyó la empresa Nuevo Impulso Inmobiliario y Urbanístico 2015 que adquirió algunas fincas a través de la subasta de los bienes de Rochdale, aunque con posterioridad las transfirió a otra sociedad de su grupo (Vínculo Inmobiliario Promociones Andaluzas SL). Mientras, otra parte de los suelos pasó a la inmobiliaria del Banco Santander (Sabadell Real Estate Development SL).

Ya con estos nuevos protagonistas en escena se inició una negociación con la Delegación de Urbanismo para tratar de culminar estas obras. En abril de este año se firmó un convenio urbanístico entre el Ayuntamiento, las dos mercantiles y la junta de compensación de estos suelos. Sin embargo, el acuerdo no pudo llevarse a efecto por un problema en el documento de entrega de los avales por parte de la junta de compensación, aunque por "causa no imputable a ella", según se recoge en el nuevo acuerdo. Pero, teniendo en cuenta que todas las partes volvieron a mostrar su interés por acabar la urbanización, se ha tramitado un nuevo convenio urbanístico, que fue aprobado por el gobierno local a finales del pasado mes.

En él, se plantea una intervención por fases de las obras que se compromete a realizar la junta de compensación. Así, acometerá en primer lugar la zona verde proyectada junto a la antigua Nacional IV para luego terminar los viales pendientes. Las dos promotoras, por su parte, abonarán las derramas correspondientes y el Ayuntamiento pagará en especie su aportación al desarrollo de estos suelos con sendas intervenciones en la red de abastecimiento y en la del suministro eléctrico. No en vano el Consistorio, que también se compromete a retirar su orden de ejecución subsidiaria de la urbanización, cuenta con dos parcelas donde podrá también edificar. El plazo de ejecución para culminar la urbanización es de dos años.

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