20.000 parados más en esta Nochevieja
El año se despide con un censo de 168.027 desocupados, un 13,8% más que en 2008 · Es el tercer menor crecimiento del país, pero las cifras resultan alarmantes
El año termina mal, ha sido menos malo que el anterior, pero llueve sobre mojado. El desempleo volvió a subir en diciembre, el quinto mes consecutivo, y provocó que 168.027 gaditanos pasaran la Nochevieja en el paro y con la incertidumbre de no saber cuándo empezará la recuperación económica y cuándo la contratación, que no es lo mismo. El aumento del pasado mes fue del 1,9%, el tercero más alto de Andalucía (en Sevilla y Huelva fue peor) y supone que 3.129 trabajadores más perdieron su empleo antes de final de año.
El balance del año es, indudablemente, negativo y preocupante además porque la destrucción de puestos de trabajo se aceleró en los últimos meses, en el otoño laboral de siempre y especialmente temido esta vez. 2009 ha acabado con 20.372 nuevos desocupados en la provincia, un 13,8% más que el año anterior. Es una cifra desorbitante; son más de 20.000 personas y miles de hogares, y sin tratar de quitar hierro al problema laboral de Cádiz, esta subida interanual es la tercera menor de las registradas en España, en términos relativos (en porcentaje). Por delante se han situado sólo Orense y Córdoba, que han esquivado con mejor suerte los lances del desempleo en los últimos doce meses. Mientras, la sangría española sigue sin cortarse, el incremento del año ha sido del 25% y los cuatro millones de desempleados caerán probablemente este invierno.
Además, y aunque cueste ver los grises en este escenario negro, el crecimiento de 20.000 desempleados es exactamente la mitad del registrado en 2008, cuando fueron más de 40.000, una tendencia destacada por el Gobierno y la Junta pero insuficiente para los agentes sociales. La misma lectura positiva o, al menos, esperanzadora, puede aplicarse a la afiliación, que se ha sostenido -y con ello las cotizaciones que soportan el sistema de la Seguridad Social- y sólo ha retrocedido un 3,9%.
Las causas de este nuevo, aunque amortiguado, descalabro son las mismas que al principio y a mitad del año: la construcción y su repercusión en el resto de la actividad económica. En el sector del ladrillo, hay un 25% más de parados que en 2008 (38.769) y el Plan E ha sido una tirita coyuntural, un bumerán que se ha vuelto contra los servicios de empleo a final de año, ya que en diciembre se registró un boom de casi 3.300 nuevos obreros desocupados. El motivo de este último repunte del ejercicio.
La industria también ha sufrido un gran recorte de empleos a golpe de expedientes de regulación como el jerezano de Vicasa. Hay un 33,4% más y ya son casi 14.000 los parados que esperan un hueco en una fábrica. La agricultura, por su parte, ha soportado la sobrecarga de desempleados procedentes de la construcción; sin capacidad de absorberlos a todos, ha sucumbido con más de un 30% de nuevos demandantes sin trabajo (4.769 al 31 de diciembre).
Los servicios, donde están englobados desde la hostelería hasta las inmobiliarias, siguen acaparando el grueso de los desocupados, la mitad en concreto al final del año (83.551) tras un incremento total cercano al 20%.
Finalmente, el colectivo denominado Sin Empleo Anterior (SEA) es el único que ha dado una alegría a las oficinas de empleo. Hay 26.955 gaditanos apuntados a las oficinas de la Junta de Andalucía que carecen de experiencia previa, un 9,2% menos que en 2008.
Este segmento es el que tiene más difícil la recolocación porque está formado por jóvenes noveles y mayores de 44 años, sobre todo mujeres. Es una losa para la provincia, un tipo de paro endémico y excepcional en la sociedad gaditana, de hecho, Cádiz sigue siendo la provincia con más 'desempleados SEA' de toda España y llega a superar a las comunidades enteras de Madrid y Cataluña.
Y como ocurrió en 2008, los hombres son los que se han llevado la peor parte de este nuevo desempleo. Hay 80.996 sin trabajo, un 16% más que hace doce meses. Este especial incremento masculino ha reducido la diferencia con las mujeres, que históricamente han soportado el mayor peso de paro. Al término de diciembre había son 87.031 inscritas en el SAE, un 11,8% más.
La tendencia es todavía más dispar si se atiende a la edad. El paro de la crisis se ha cebado con todos los trabajadores sin distinción, pero las listas reflejan un descenso entre los menores de 25 años, mientras que entre los mayores de edad se ha producido un crecimiento del 16,5%. Este desigual comportamiento puede atribuirse no tanto a que haya una mayor contratación de jóvenes, sino a que estos, ante la falta de expectativas laborales, han desistido en su intento de entrar en el mercado laboral y han vuelto a las aulas, donde sí se ha constatado sin ambages un repunte de alumnos.
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