Había ganas. Los niños al fin pudieron salir del confinamiento de sus hogares para, básicamente, corretear por las calles y zonas verdes más cercanas a sus hogares. Los padres aprovecharon esta relajación de la cuarentena en su inmensa mayoría, a excepción de aquellos cuyos hijos son proclives a enfermedades respiratorias y decidieron no correr riesgos.

Fuentes policiales confirmaron a este medio, de un lado, la ausencia de incidentes y, de otro, la gran cantidad de llamadas que recibieron de ciudadanos y comunidades de propietarios preguntando qué actividades podrían desarrollar en zonas privadas. “Les hemos dicho que deben comportarse en las mismas igual que si fuera un parque público. Los niños pueden correr pero no utilizar columpios y demás material lúdico”, se informó desde la Policía Local.

Concurrida imagen de la avenida Alvaro Domecq este domingo.

Llamó la atención que gran parte de los niños salieron a la calle con sus padres en el entorno del mediodía. No hubo especiales ansias de salida a primera hora de la mañana. La salida de los pequeños permitió el reencuentro de muchos padres que aprovecharon la ocasión para mantener conversaciones guardando las medidas de seguridad.

Hubo personas haciendo botellón de cerveza en las inmediaciones de La Juventud

De otro lado, llamó resultó curioso el hecho de los pocos juguetes que sacaron los niños. Las bicis y patinetes fueron los preferidos. Los padres decidieron en gran parte minimizar riesgos y posteriores desinfecciones en casa. En el lado negativo estuvieron los padres que salieron (ambos) con los niños, algo prohibido, así como quienes incluso aprovecharon las circunstancias para hacer botellón de cerveza en algunos parques, como se pudo ver en las inmediaciones del Campo de la Juventud.

Un pequeño corre por el bulevar de la avenida de Europa.

Caravana de regalo

A las once y media de la mañana dos caravanas con vehículos de emergencia recorrieron Jerez. En la misma se pudieron ver patrullas de la Policía Local, la Policía Nacional, Bomberos, Protección Civil, así como un coche municipal equipado con megafonía desde el que se lanzaron consejos destinados a los más pequeños.

La referida doble caravana salió del Parque González Hontoria. Desde allí se dividió dirigiéndose una de ellas hacia la zona de la avenida de Europa e Hipercor mientras que otra tomó rumbo hacia San Benito. Una de ellas fue, como se puede comprobar, a la zona este y otra a la oeste de la ciudad. La caravana también saludó al personal del restaurante ‘Universo Santi’.

Por la tarde del domingo otra doble caravana, la cual visitó las zonas norte y sur de la ciudad que no pudieron ser visitadas por la mañana.

Hablan los padres

El ansiado día de la salida de los niños se ha vivido con luces y sombras. Las opiniones cambian radicalmente dependiendo de la zona de Jerez donde los padres sacaron a sus pequeños. De la normalidad a la anormalidad apenas distaban unos cientos de metros de distancia. A modo general, y según las experiencias narradas por los padres a este medio, si hay algo que se incumplió en Jerez fue la prohibición de que los dos padres saliesen juntos con los niños.

"A mi hijo le ha valido. Ha vuelto al piso con otra cara, con otro ánimo"

Jorge Ruda, padre del pequeño Jorge, que está a punto de cumplir diez años, aseguraba de forma irónica que “la verdad es que no sé qué cadena de televisión ven algunos padres” en clara referencia a que los dos progenitores acompañasen a su/s hijo/os cuando está totalmente prohibido. Si algo agradeció este padre es que “cuando el pequeño ha vuelto a casa lo ha hecho con otra cara, con otro ánimo”. Así, destaca “se lo ha agradecido el cuerpo porque estar encerrado en el piso ya le resultaba un poco cansado. Ciertamente le ha venido muy bien”. Por la zona donde sacó a a pasear a su hijo, Jorge destaca que “no he visto niños juntos, por el barrio (zona de Hipercor) no he visto aglomeraciones y sobre todo muchos niños jugando con los padres”.

Por su parte, Leticia Soto regresó a su hogar, en la avenida Juan Carlos I (Ronda del Colesterol) bastante desengañada. Salió con su hija, Daniela, de 11 años, y no le gustó nada lo que vio. “A la gente le das la mano y se toman hasta el codo. Ciertamente estaba deseando salir con ella, porque son muchas semanas y quería que le diera el aire. Y hemos salido, pero con cierto respeto”. Visto lo visto Leticia asegura que “ciertamente no sé si ha sido una buena iniciativa. He visto niños sin mascarilla, muchos adultos sin adoptar la menor precaución. En lo positivo que al menos las distancias de seguridad social sí se han guardado. Pero la verdad es que no veo esto como algo que se pueda hacer a diario”. Además, apunta, “los niños quieren jugar unos con otros. Y asegurar eso es complicado hoy en día con esta situación que padecemos. Sólo me convence que de esta forma los niños al menos se olvidan de la tecnología, que junto con las tareas y la televisión están siendo sus grandes vías de escape”.

Pero no todos los padres decidieron sacar a sus hijos de paseo. Fue el caso de Miguel Ruiz. “Ni a mí ni a mi mujer nos convence esta medida. No la vemos lo suficientemente segura como para sacar al niño. Más que nada porque a día de hoy no sabemos todavía como va a evolucionar esto”. Su hijo, Nico, de seis años, “ya se ha percatado de lo que pasaba” pese a su corta edad. “Pero lo curioso es que él también estaba poco convencido y tampoco lo ha echado de menos. Ya veremos más adelante si salimos”. Desde la atalaya de su balcón en las inmediaciones de la rotonda que da acceso a San José Obrero, Miguel señala que “he visto de todo, desde gente que paseaba con todas las precauciones a personas que iban pasando de todo. Creo que hemos hecho bien quedándonos en casa”.