Las obras que se llevan a cabo en la avenida de la Soleá, y que parecían llevar el ritmo adecuado, han sufrido un revés que, aunque no va a paralizar los trabajos, sí pueden acarrear un considerable retraso sobre los tres meses de ejecución previstos para una renovación integral del pavimento de la vía que estaba pidiendo la reforma a gritos.

Una inspección rutinaria por parte de Infraestructura (responsable la dirección de la obra) detectó que la capa hormigón utilizada para la fijación del enlosado nuevo no se correspondía con la calidad exigida y presupuestada, por lo que desde la delegación que dirige Antonio Fernández Ortega se ha exigido a la empresa constructora, Imasatec, S.A., que subsane cuanto antes este deficiencia que, presumiblemente, llevará al levantamiento del enlosado ya colocado en el primer tramo de la Avenida de la Soleá que va comprendido desde el inicio de la calle, hasta el primer bloque de viviendas, cuyos vecinos, como el resto del barrio, venían reclamando la mejora de unos jardines y parterres muy desmejorados por el paso de los años (el primer bloque y los jardines ahora en reformas son del año 1970).

Al hilo del problema surgido, la delegación de Infraestructura aseguró, no obstante, que la obra continúa adelante sin ningún tipo de pausa y que la maquinaria, tal y como pudo comprobar este medio, seguía su labor ayer a media mañana con completa normalidad.

La reforma tiene un plazo de ejecución de tres meses y su presupuesto asciende a 521.328 euros. Cabe recordar que el montante no contempla la reforma de la plaza del Cante Jondo, a pesar de que está emplazada en la avenida ahora en obras. Demanda ésta, reclamada desde hace mucho tiempo desde la asociación de vecinos de Icovesa.

Dichos trabajos no entran en el presupuesto indicado y tendrán que esperar para ver mejorado su aspecto.