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Pedro Domecq Gandarias: “Hoy por hoy, la raza limusín es la más completa que hay en España”

Presidente de la Federación Española de criadores de Limusín

El ganadero jerezano, que acumula 12 años en el cargo, destaca gran trabajo realizado con “el Programa de Cría y mejora de la raza”

La cabaña es la única que ha crecido con doble dígito en nuestro país

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Pedro Domecq Gandarias, presidente de la FederaciónEspañola de Criadores de Limusín. / Vanesa Lobo

Pedro Domecq Gandarias es, desde hace 13 años, presidente de la Federación Española de Criadores de Limusin. Accedió al cargo en el año 2012, y desde entonces, su labor y la de su equipo de trabajo, ha permitido que esta raza, que llegó a España hace poco más de treinta años desde Francia, se haya convertido en una de las más importantes de nuestro país.

Pregunta.–Lleva usted casi trece años en el cargo, ¿no es mucho?

Respuesta.–La verdad es que sí, es bastante tiempo, pero a mí me gusta mucho la ganadería y disfruto con lo que hago.

P.–¿Por qué accede a la presidencia?

R.–Bueno, la Federación fue una iniciativa de otro jerezano, Luis López de Carrizosa, ingeniero agrónomo y una persona con mucha visión. Hasta entonces había tres asociaciones y cada una hacía la guerra por su cuenta. De él partió la idea de crear una Federación y que remáramos todos en la misma dirección. Durante los primeros 20 años, el proyecto no fue fácil, sobre todo cuando hablamos de organizaciones en las que la junta directiva no cobra, y claro, la gente coge el tema con mucha ilusión en un principio, pero después, te vas poniendo en manos de los directivos o el equipo contratado. En 2012 había muchas dificultades, las principales asociaciones federadas estaban muy disconformes por cómo se estaba llevando todo y entonces, varias asociaciones importantes me pidieron que me presentara.

“Actualmente, las 7 asociaciones federadas representan a 1.300 ganaderos de la raza”

P.–Llegó entonces avalado por la mayor parte de la gente...

R.–No exactamente, la verdad es que no fue fácil acceder, hubo muchas dificultades, porque aunque tuve el respaldo de los compromisarios, no lo tuve tanto de las nueve asociaciones federadas que había. Afortunadamente, las de mayor peso me apoyaron y salí.

P.–¿Cómo fueron sus primeros años al frente?

R.–Bueno, cuando llegué, había problemas, fundamentalmente de desorden administrativo, de líos con la administración, de contingencias fiscales, laborales, multas...un lío. Aquello provocó que tuviéramos que reformular las cuentas, auditar todo y tener que prescindir de gente que llevaba muchos años. Durante los primeros cuatro años le dedicamos un gran esfuerzo personal y prácticamente le dimos la vuelta a la situación.

“Seguimos centrados en la mejora de la raza, pero ahora también en la venta de carne”

P.–Y actualmente, ¿en qué situación está?

R.–Bueno, en estos últimos años hemos conseguido que la raza haya duplicado el número de ejemplares y se haya convertido en la raza líder indiscutible de la cabaña vacuna española, triplicando a la siguiente. Casi la mitad de la cabaña española es ganado mixto, de varias razas, donde la raza limusín a su vez tiene mucha influencia, porque la mayor parte de ese ganado, en torno al 65%, el semental es un semental limusín.

P.–Aparte de ordenar la Federación, ¿qué objetivos ha logrado durante estos doce años de presidente?

R.–Se han acometido proyectos superinteresantes para la mejora y la facilidad en la gestión ganadera de nuestros asociados. Las 7 asociaciones que actualmente están federadas, representan en torno a 1.300 ganaderos de la raza, y con unos efectivos de 65.000 vacas. Durante todo el periodo de la organización, nos hemos centrado en la mejora de los animales, en buscar animales que se adapten más a las necesidades de la gestión actual de la raza.

P.–¿Y cómo se puede mejorar eso?

R.–Pues, por ejemplo, con el comportamiento de los animales, es decir, se han eliminado animales broncos, que cuesta trabajo encerrarlos porque continuamente hay que someterse a controles sanitarios. Al menos una vez al año se le hace un análisis para detectar la posible positividad a ciertas enfermedades.

P.–O sea que ahora las vacas son más dóciles...

R.–Eso es, en ese sentido, se ha hecho una labor importantísima porque la limosín, cuando llegó a España, estaba considerada una raza bronca, entre otras cosas porque aquí llegaba el deshecho de tienta de lo que no querían los franceses y eso se convertía en el semental que padreaba y quedaba aquí un carácter malísimo. Antes tenían fama de arrancarse, como si fuera ganado bravo, pero ahora no, los animales casi se tocan a campo abierto.

P.–¿Qué otros objetivos se ha logrado?

R.–También la mejora morfológica de los animales, gracias a un proceso de selección que al principio se hacía a ojo, pero que ahora se trabaja con un proyecto de big data que revoluciona el sistema. Actualmente, tenemos a los animales calificados y cada uno tiene su genética perfectamente cuantificada en base a unos 24 parámetros distintos. Hablamos del peso de nacimiento, el peso del destete, de la facilidad de parto, algo también importante porque hoy día cada vez hay menos mano de obra y menos horas de control sobre el total de las vacas en extensivo, y por tanto, interesa partos sin complicaciones. Con todo eso hemos creado el Programa de Cría y Mejora de la raza, que gracias al big data, el ganadero recibe una cantidad de información importante dos veces al año en la que puede ver dónde tiene que mejorar. Lo que se le ofrece es un esquema de trabajo que ayuda mucho. Son realmente dos evaluaciones, una que proviene de una base de datos mundial de la raza, que la gestiona la organización francesa, y otra que la hemos desarrollado con una Cátedra de la Universidad Complutense, orientado a la rentabilidad.

“España exporta el 52% de lo que produce en carne de vacuno, un dato económico importante”

P.–Todo eso que comenta debe tener una receptividad por parte del ganadero, que no es fácil...

R.–Evidentemente, toda esta evolución y esta mejora de la raza hubiera sido imposible si los ganaderos no quisieran trabajar porque el reporte de datos le obliga a un trabajo mucho más duro que la gestión normal de una ganadería.

P.–¿Qué tiene la raza limusín que no tienen otras?

R.–Sobre todo la carne, que es una carne muy acorde a los tiempos actuales, es decir, con menos grasas que otras y con un gusto exquisito.

P.–Dicen las estadísticas que ahora se consume más carne en todo el mundo...

R.–Así es, hay una demanda mundial importante de carne de vacuno y se han incorporado muchos millones de consumidores que antes, desgraciadamente, no tenían capacidad de compra. España exporta el 52% de lo que produce, o sea, pocos sectores de la economía exportan proporcionalmente un porcentaje tan grande como el vacuno español. En España se hace probablemente, la mejor carne del mundo y no somos conscientes, y además casi con cualquier raza. Hay países que sólo quieren la carne de España, sobre todo por su alimentación.

P.–Desde su Federación, ¿se plantean nuevos retos de cara al futuro?

R.–Hasta la fecha, la Federación ha perseguido, más que la venta de carne, que venía inducida, la venta de reproductores. Nuestra estrategia era afinar la raza, mejorar la raza y poner muchos reproductores a disposición del mercado. Ahora mismo, la limusín es la raza más completa, no digo que mejor, sino más completa y eso ha producido un plan renove de la cabaña vacuno española porque casi todo el mundo que quiere renovar o empezar una ganadería nueva, elige la raza limusín. Ahora queremos centrarnos también en la carne, no es el objetivo prioritario, que sigue siendo la mejora de la raza, pero sí uno de ellos. Date cuenta que en el último estudio del Ministerio, que data de 2023, sólo había dos razas que crecían, la limusín y la fleckvieh y la nuestra a doble dígito.

Un momento de la entrevista con Pedro Domecq. / Vanesa Lobo

P.–¿Cómo se estructura actualmente la Federación?

R.–Hoy por hoy la Federación la componen siete asociaciones y un total de 14 personas que visitan las 1.300 ganaderías de las cuales 400 se visitan al menos dos veces al año.

P.–Hablamos de todo el territorio nacional, ¿no?

R.–Sí, hay zonas en las que cuesta más trabajo, por ejemplo, en la cornisa cantábrica hay muchas ganaderías pequeñas, al igual que en el País Vasco, y sin embargo, en Asturias no tenemos ni asociación.

P.–¿Qué otros mecanismos tiene la Federación para estar tan encima de la raza?

R.–Bueno, en la actualidad tenemos estaciones de control de rendimiento que la Federación Española tiene consorciado con las administraciones autonómicas o provinciales. En Jerez, por ejemplo, hay uno conveniado con la Diputación, y en otros puntos de España comoSalamanca o el País Vasco, también. En estos centros se trabaja en un proceso muy riguroso de selección. Cuando yo llegué había dos y ahora hay siete.

P.–Recientemente se ha celebrado la subasta nacional de la Feria de Salamanca, que es uno de los grandes escaparates de la raza. ¿Qué balance hace?

R.–Muy bueno porque han competido 72 ganaderías en el concurso nacional. En esa subasta se han puesto a la venta los mejores ejemplares, y aparte de que se han adjudicado todos, el precio medio ha estado en 9.000 euros. Eso es otro distintitivo de cómo ha evolucionado la raza en este momento.

“Con respecto a las razas autóctonas, el gobierno nos da ayudas cinco o seis veces inferiores”

P.–¿Cuida el gobierno de España a la cabaña limusín?

R.–Bueno, el gobierno de España hace una cosa muy discriminatoria que creo que raya con la legalidad. A las razas integradas, como la nuestra, las discrimina con respecto a las razas autóctonas, puesto que el nivel de ayudas a éstas puede ser cinco o seis veces mayor que las que otorga a la nuestra. Nuestra fortaleza está en que los ganaderos aguantan a pecho sus explotaciones y porque la raza limusín, dentro de lo que es la actividad ganadera, es rentable, probablemente la más rentable. De hecho, en la publicidad decimos ‘raza para ganar’.

P.–Los políticos siempre igual....

R.–Los políticos están más preocupados en anteponer localismos o signos identitarios locales en cuanto a razas de la región que darle un enfoque productivo y eso al final no genera riqueza, y ya se sabe, sin riqueza no hay sostenibilidad del medio rural. Cuando dicen ¿por qué existe despoblación en el medio rural? Pues porque no hay dinero. La gente aguanta las incomodidades si hay un negocio detrás y gana dinero, pero si no, corre que me piro.

P.–¿Y la norma europea, cómo les afecta?

R.–Nos complica mucho las cosas, porque se equiparan situaciones con países que nada tienen que ver. No es lo mismo aplicar una norma en Países Bajos, que en España, que tienen terrenos distintos. Te pongo un ejemplo, con la normativa actual, si se nos muere una vaca en un barranco, en una finca de gestión en extensivo, el coste es tremendo. Sin embargo, en los Países Bajos, un ganadero tiene una finca plana y se le muere una vaca. Coge un tractor y se la quitan. Esa normativa pensada para esos países, se impone en toda España o Portugal, sitios donde la gestión es distinta.

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