día de la fiesta nacional | celebración patronal de la guardia civil

"Sin seguridad no hay democracia"

  • Representaciones de todo el ámbito social acompañan a la Benemérita en la celebración de la Virgen del Pilar. El obispo, José Mazuelos, concelebra la homilía en el patio del acuartelamiento del Paseo de las Delicias

La ceremonia en el cuartel del Paseo de las Delicias fue emotiva / VANESA LOBO

El obispo de Jerez, José Mazuelos Pérez, ofició ayer los actos conmemorativos de la patrona de la Guardia Civil en la ciudad. El acto institucional tuvo lugar en los jardines del acuartelamiento del Paseo de las Delicias. Monseñor Mazuelos contó con la asistencia del capellán castrense de Rota, César Meca, y del párroco de Las Viñas, Javier López, en la concelebración del oficio religioso.

Numerosas personalidades se dieron cita en el día grande de la Benemérita. Así, el poder judicial estuvo representado por la juez decana, Castillo Mendaro, acompañada de la magistrada Nuria Guerra. Por parte de la Fiscalía acudió el fiscal jefe de Jerez, Francisco García Cantero, el fiscal adjunto, Manuel Arjona, así como el ex fiscal jefe, José Rabadán.

También hubo numerosas representaciones políticas, con especial presencial del Partido Popular. Por parte del Ayuntamiento estuvo presente el teniente de alcaldesa Francisco Camas, mientras que el PP estuvo representado por la diputada nacional María José García-Pelayo, el alcaldable de esta formación, Antonio Saldaña, además de los ediles María José Rúa, Javier Durá y Lidia Menacho.

Las fuerzas del orden estuvieron bien presentes con el comisario del Cuerpo Nacional de Policía, Francisco José García Carrasco al frente, así como por quien fuera responsable durante años del área de Seguridad Ciudadana, Francisco Álvarez. La Policía Local acudió con sus dos intendentes, el actual jefe, Javier Andrada, así como el anterior, Manuel Cabrales, además del jefe local de Protección Civil, Tobías Perdigones.

Se presentó ante los asistentes el jardín del acuartelamiento de Las Delicias con sus mejores galas. Una serie de picas coronadas por la bandera de España decoraron la zona, así como el pasillo central que se ubicó ante el altar donde el obispo ofició la misa.

En el transcurso de su homilía monseñor Mazuelos recordó las numerosas ocasiones en las que la labor de la Guardia Civil es criticada “y denostada”, para poner en contrapunto esas otras muchas ocasiones en las que su labor se hace deseada. No tuvo que retroceder mucho en el tiempo para hacer recordar a los presentes la gran labor desarrollada por la Guardia Civil en las inundaciones de Mallorca. Comparó incluso a la Iglesia con la Benemérita, de las que reconoció reciben críticas “pero cuya labor social se haría necesaria y deseable si no existieran”. La labor de salvaguarda la comparó con el amparo de la Virgen María que, en su advocación de El Pilar, lleva sobre sí el patronazgo tanto de España como de la Guardia Civil.

A la hora de las ofrendas, el obispo diocesano recibió ante el altar los simbólicos regalos de las fuerzas del orden. Así, al pan y al vino le siguieron una bandera de España y un tricornio entregados por agentes de la Benemérita y el Cuerpo Nacional de Policía y velas. Fue a la conclusión de las ofrendas cuando el coro rociero de la parroquia de Las Viñas entonó unas sevillanas dedicadas a la Guardia Civil, que gustaron a los asistentes pues los aplausos surgieron de forma espontánea tras su interpretación.

El teniente Fernando Comesaña, jefe de la Benemérita en Jerez, tomó la palabra poco después para recordar la valía de la plantilla de guardias civiles de que dispone la ciudad. “Sois excelentes profesionales, dijo, personas que amáis esta profesión sin esperar nada a cambio. Vamos a prestar servicio donde el Gobierno nos ordene, en primera línea, para dar sentido a los valores que nos rigen: la lealtad, el sacrificio y el esfuerzo diario”. Recordó igualmente en el día patronal a las que consideró piedras angulares del servicio de la Guardia Civil, las familias, “cuyo apoyo dijo que es esencial pues sin el mismo el servicio no es posible”. Para concluir incidió en un mensaje: “No hay democracia sin seguridad” en clara referencia a que la Benemérita y las fuerzas del orden en general conforman la más directa defensa del Estado de Derecho.

Una vez celebrada la eucaristía conmemorativa del día de la patrona de la Guardia Civil se procedió a la entrega de las condecoraciones de las que se han hecho merecedores este año los agentes destinados en Jerez. Así, los distinguidos con la cruz de la Orden al Mérito Militar con distintivo blanco fueron Manuel Francisco Ruiz, el sargento Bruno Urbina, Carlos Morales, José María González, Juan Manuel Vibriesca y el cabo primero José Manuel Domínguez. Igualmente, la Guardia Civil rindió un homenaje al obispo diocesano regalándole un tricornio de cerámica enmarcado en una metopa por las numerosas ocasiones en las que ha asistido a la Benemérita en la celebración de su jornada patronal.

Para culminar el acto se rindió el homenaje a los caídos. Dos agentes de la Guardia Civil trasladaron una corona de laurel a los pies del monolito que recuerda a los agentes caídos en acto de servicio. El jefe del puesto, Fernando Comesaña, y la más alta representación política presente, la diputada García-Pelayo, procedieron a depositarla a los pies del mismo. Durante este acto sonaron los compases de ‘La muerte no es el final’, la canción con la que el Ejército y las fuerzas del orden recuerdan a sus caídos. Para terminar, cuatro guardias civiles provistos de cetmes ‘c’ realizaron disparos de salvas al aire. Posteriormente los asistentes pudieron disfrutar de un jerez de honor en las dependencias de la casa cuartel.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios