Ha competido ocho veces, de las cuales, tres ha ganado, dos ha quedado en segunda posición, y otras veces el motor dijo basta. Es Manuel Mendoza, vecino de la barriada La Inmaculada, y piloto vencedor del última carrera de tractores de Guadalcacín. Hoy, a las 18 horas, vuelve a esta pedanía para competir, con el mismo bólido, en el XIV Campeonato Andaluz de Tractores . Una vez más no ha querido cambiar de escudería, después de que el Massey Ferguson que pilota le diera tres victorias en los últimos cuatro años.

En la mañana de ayer, Manuel le daba los últimos retoques para la puesta a punto de su 250 caballos, antes de llevarlo al circuito donde va a disputar la carrera. Este piloto, que no tractorista, ya que el vehículo llega a alcanzar los 90 kilómetros por hora en la primera marcha, y los 130 en la segunda, es mecánico de profesión. Ventaja que le posibilita arreglar su máquina, invirtiendo horas de su tiempo libre. "Yo soy el piloto, el mecánico y el ingeniero, aquí yo me lo guiso todo".

"Ahora mismo lo que estamos haciendo es afinándolo, engrasándolo y poniéndolo a punto porque lleva todo un año parado". Esto se debe a que el tractor no es de uso agrícola, el único uso que Manuel hace de él, es hacerlo rugir cuando llega septiembre, enseñándole las llantas al resto de tractores.

El campeonato, que se enmarca en la programación de actividades de la feria de Gudalcacín. ha evolucionado positivamente con el paso de los años. Los cambios en los tractores, habilitados para competir, distan mucho de aquellos agrícolas que en las primeras carreras sólo llegaban a los 30 kilómetros por hora. "Antes los tractores eran de serie, pero no había el espectáculo que hay hoy". Espectáculo es lo que buscan los cerca de 13.000 personas que se llegan a congregar en los alrededores del recinto.

Sin embargo, para Manuel el circuito se ha hecho pequeño y su cercanía a las viviendas no les permite correr durante otras épocas del año. Pese a ser una competición, dice que los competidores mantienen una relación amistosa. "La mayoría de los que hay han echado los dientes encima del tractor, trabajando de chico en el campo. Mejor enseñanza que eso no hay". Hoy tiene compañero de escudería, Adrián Rebolledo que, con tan sólo 16 años, va a competir por primera vez. "Es el piloto más joven en el tractor más viejo, de 45 años". Nadie lo diría. Después de pasar por el taller y por un tratamiento 'tunning', el bólido de Adrián amenaza con un rótulo en el que reza 'hot wheels', en español: ruedas calientes. Eso sí, sin olvidar la autorización de sus padres y la 'L' de conductor novel.