Jerez

La plantilla de las azucareras ve la escisión de Puleva como la opción "menos mala"

  • Coag denuncia que los recortes a los remolacheros han servido para sanear la empresa

La propuesta de venta o escisión de la división de azúcar de Ebro Puleva, decisión que se someterá a votación de la junta general de accionistas el próximo 9 de junio, según hizo público la compañía el martes, provocó ayer reacciones dispares de trabajadores y productores.

Los trabajadores, más prudentes pese a su preocupación por el anuncio de la posible venta, conocieron ayer el contenido de la reunión que el mismo martes mantuvo el consejero delegado del grupo agroalimentario, Eugenio Ruiz Galvez, con responsables del comité intercentros, a los que quiso trasladar un mensaje de tranquilidad para asegurarles que cualquier proceso que se emprenda debe contemplarse a largo plazo y que se garantizarán los acuerdos alcanzados entre empresa y plantilla.

Ayer mismo en Jerez, un alto directivo de Ebro Puleva aseguró a los representantes de los trabajadores al término de unas jornadas medioambientales en la azucarera de Guadalcacín que, sin descartar la entrada de algún grupo extranjero, la compañía es partidaria de mantener la independencia de decisiones de su división azucarera, de ahí que prefiera la escisión para cotizar a bolsa.

Desde las federaciones agroalimentarias de CCOO y UGT apuntaron a la segregación como la opción "menos mala", ya que, a su juicio, garantizaría tanto el mantenimiento de la industria en el país como de los puestos de trabajo.

La federación agroalimentaria de UGT defendió la escisión como la opción "más factible y realista", al tiempo que manifestó que se opondrá a la venta a una compañía extranjera, que serían las únicas que podrían pujar por el "elevado precio" que la dirección de Ebro Puleva pretende pedir por "todos los activos" de su división de azúcar, más de 600 millones de euros según este sindicato.

Por su parte, el secretario local de CCOO, José Manuel Trillo, mostró su confianza en que detrás de esta propuesta "no haya nada oculto ni extraño que ponga en peligro los intereses de los trabajadores, en concreto el empleo". El responsable local de Comisiones reclamó igualmente transparencia en el proceso, el cumplimiento "escrupuloso" de los acuerdos alcanzados con los sindicatos, así como el mantenimiento de todos los puestos de trabajo si se materializa la venta.

La organización agraria Coag-Cádiz también salió ayer al paso de la propuesta, que criticó duramente al entender que "los recortes sufridos por los remolacheros, y justificados en las necesidades de reestructuración para "garantizar la competitividad del sector, sólo han servido para sanear económicamente la empresa y aumentar así su valor en el mercado".

COAG considera "totalmente inadmisibles" las pretensiones de Ebro Puleva, máxime cuando la mayoría de las decisiones que han debido adoptarse para el desarrollo de la nefasta OCM del sector han estado condicionadas y se han hecho a la medida de los intereses de esta empresa, muchas de ellas de espaldas y contrarias al interés de los productores. Por último, la organización denunció la inseguridad en la que quedan los productores, al tiempo que cuestionó la política de las administraciones públicas en relación a la reestructuración del sector.

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