El precio de la gasolina, por las nubes, abre un agujero en el bolsillo de los jerezanos
Combustibles
Llenar el depósito cuesta 15 euros más por la subida registrada en lo que va de año
El diésel batió la semana pasada su récord absoluto mientras que la gasolina estableció días atrás su segundo máximo histórico en apenas una semana
Los empresarios de estaciones de servicio de la provincia acumulan pérdidas del 20% y advierten de que los carburantes aún no han tocado techo
El precio de los carburantes registra en estos días máximos históricos y todo apunta a que aún no ha tocado techo, por lo que particulares, transportistas, taxistas... tendrán que seguir rascándose el bolsillo para hacer frente a la subida generalizada de precios que, además de al combustible, afecta a productos básicos como los alimentos, la electricidad o el gas, además del tabaco, las bebidas y hasta la vivienda.
La espiral parece no tener límites e incluso los empresarios de estaciones de servicio temen un recrudecimiento de la situación a corto/medio plazo por el conflicto de Ucrania, principal detonante de la escalada en las últimas semanas, en la que también influye el alza de la cotización mundial del petróleo y la presión fiscal sobre los hidrocarburos-la mitad del precio de los combustibles son impuestos-, con el consumo muy lejos, además, de los niveles de prepandemia.
En los postes de las gasolineras de Jerez puede apreciarse el efecto de todos estos factores, que se traduce en subidas de entre el 25 y el 30% respecto a los precios del año pasado, con el litro de diésel, por ejemplo, en torno a los 1.50 euros, indica el presidente de la asociación de empresarios de estaciones de servicio en la provincia de Cádiz, Francisco Aguilar.
El diésel batió la semana pasada su récord absoluto y va camino de volver a hacerlo en los próximos días, mientras que la gasolina, que ronda los 1,60 euros el litro (la sin plomo 95), estableció días atrás su segundo máximo histórico en apenas una semana.
Los gasolineros estiman que el sobrecoste al que tienen que hacer frente los consumidores por llenar el depósito en estos días puede oscilar entre los 10 y los 15 euros respecto al año pasado en función del vehículo -llenar un depósito de 40 litros de un utilitario de poca cilindrada ha pasado de 50 a 60 euros, mientras que el desembolso del propietario de un todoterreno con capacidad de 60 litros se elevaría a 90 euros frente a los 75 euros de meses atrás-.
Los empresarios de estaciones de servicio no sacan provecho de esta situación, más bien lo contrario, ya que su ganancia es lineal por litro y el encarecimiento del combustible provoca una retracción del consumo, que según Aguilar, se traduce en una pérdida en lo que va de año del 20% respecto a la prepandemia, merma similar a la media registrada en el conjunto de 2021.
Y el sector aún arrastra las consecuencias del inicio de la crisis sanitaria, toda vez que el presidente del colectivo en la provincia cifra entre el 30 y el 40% las pérdidas de 2020, que llegaron a alcanzar el 75% durante los tres meses de confinamiento tras la declaración del estado de alarma.
El precio actual supera en un 15% el récord de los combustibles registrado hace una década, a principios de 2011, cuando el litro de gasolina costaba 1,285 euros. Y lo peor de todo, señala Aguilar, es que JP Morgan estima que la cotización internacional del barril de crudo, que ronda los 90 dólares, puede llegar a 150 dólares, que “sería brutal” para los ya castigados bolsillos de los consumidores, en los que la desorbitada subida abre un profundo agujero.
Una solución del conflicto ucraniano aliviaría la situación, indica el presidente de los gasolineros de la provincia, quien recuerda que Estados Unidos y Rusia, junto a Arabia Saudí, son los principales productores de petróleo, y la “tensión actual genera una distorsión del precio”.
Aguilar augura “un futuro nada halagüeño” para el sector por la "demonización de los combustibles fósiles" y el coste de la transición energética, pues “todo lo verde será caro”, y aunque la sociedad está concienciada de la necesidad de impulsar las energías limpias para la reducción de emisiones, también debe ser consciente de que este tránsito repercute en el precio final del carburante, que también hace frente a la carga fiscal medioambiental, que representa uno unos 10 céntimos por litro, señala.
Terreno abonado para las gasolineras low cost
La subida del precio, en las últimas semanas desatada, abona el terreno para la expansión de las gasolineras low cost, que consiguen abaratar del orden de un 10% el precio de los combustibles con la supresión de servicios y la comercialización del producto en bruto, es decir, sin los aditivos que incorporan las estaciones de servicio de bandera para mejorar el rendimiento y el cuidado del motor.
La invasión de las low cost está a la orden del día en Europa, caso de Francia o de Italia, país este último con la mayor densidad de estaciones de servicio, unas 50.000, casi todas convertidas al bajo coste, salvo las de las autopistas. En España, también ganan terreno, como en Jerez, donde en los últimos meses ha desembarco una nueva firma con la apertura de tres gasolineras low cost donde antes había estaciones de servicio tradicionales, entre ellas una en la avenida de Europa y otra frente al polígono Bertola en la salida hacia la carretera de Sanlúcar.
Las low cost o gasolineras desatendidas carecen de cargas estructurales como las que soportan las estaciones de servicio tradicionales, que disponen de más servicios, atención personalizada y generan empleo, indica Aguilar, quien asegura que las gasolineras de marca ofrecen mayores garantías.
El presidente de los empresarios del sector de la provincia recuerda, además, que las gasolineras de bandera también ofrecen importantes descuentos, que cifra en el 5% para los particulares y entre el 10 y el 15% para los profesionales, a través de distintas herramientas de fidelización de clientes.
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