Jerez

Un preso jerezano hará huelga de hambre para que se revise su caso

  • Jesús Díaz, que cumple condena por agresiones sexuales a su ex pareja, dice que su presunción de inocencia se vulneró

Jesús Díaz Fernández, jerezano de 27 años que cumple una condena de 11 años, siete meses y seis día de prisión por un delito continuado de agresión sexual a su ex pareja, otro de malos tratos psíquicos habituales y una falta de vejaciones, ha iniciado una campaña desde su celda de Puerto III para pedir que revisen su caso.

El preso jerezano, ingresado en prisión desde el pasado 9 de julio, se ha dirigido por escrito al Defensor del Pueblo y al Rey para exponerles su caso, en el que considera que se vulneró su presunción de inocencia al no existir prueba alguna en su contra, salvo el testimonio de su ex pareja y de su madre, que según el condenado, interpusieron la denuncia en diciembre de 2008, casi un año después de la primera de las tres violaciones por las que fue imputado y cuatro meses después de la última, sin aportar parte médico ni prueba alguna en su contra.

En opinión del condenado, la denuncia forma parte del plan urdido por su ex pareja para evitar que siguiera viendo a uno de los hijos que tenían en común, ya que la madre negó su paternidad del segundo, que alumbró cuando ya estaban separados, hasta que la prueba del ADN confirmó que era hijo de ambos. La familia de Jesús Díaz aporta sentencias dictadas contra su ex pareja por su negativa a respetar el régimen de visitas decretado por la autoridad judicial tras su separación.

Los familiares y la actual pareja de Jesús Díaz han colgado algunas pancartas y carteles por la ciudad en apoyo al recluso jerezano, que en su carta anuncia que se pondrá en huelga el próximo lunes, 19 de agosto, "hasta que algún juez se digne a comprobar que lo que digo es verdad y me saquen de este infierno o, por lo menos, vea un rayo de luz y esperanza".

Según la versión del condenado, quien "desde el más profundo respeto" cuestiona la actuación de los jueces e incluso de su abogada, a la que reprocha no haber presentado muchas pruebas y testigos que considera fundamentales para demostrar su inocencia en al menos dos de las tres violaciones por las que fue condenado, mientras que en la tercera "es su palabra contra la mía".

En una de las agresiones sexuales, Jesús Díaz argumenta que tiene en su poder un escrito sellado y firmado por el Ministerio de Defensa que confirma su presencia en un cuartel de Murcia el mismo día y casi a la misma hora en la que la denunciante dijo que se produjo la violación, mientras en la otra, que según la ex pareja se produjo durante unas vacaciones en casa de unos familiares del condenado en Ceuta, cuenta con tres testigos que no fueron llamados a declarar.

El preso jerezano también cuestiona la autoría de los malos tratos, en concreto, el bocado que su ex pareja denunció que le había dado en una pierna para "marcarla como el ganado" y que la madre de la víctima testificó en el juicio haber visto dos meses después de los hechos, ocurridos en enero de 2008, al tiempo que niega haberla insultado, como también sostuvo la madre en la vista celebrada en enero de 2012 en la Audiencia provincial, posteriormente ratificada en firme.

A modo de curiosidad, Jesús Díaz expone en su carta que la ex pareja le denunció al cumplirse un mes sin poder ver al hijo que tienen en común y después de que la madre del condenado se acercara a darle un beso a su nieto tras cruzarse con él y la víctima en la calle. En su relato, Jesús Díaz detalla que la ex pareja por entonces lucía un nuevo embarazo, que sospechó que podía ser suyo por la insistencia de la víctima y su nueva pareja en negarlo. Tras confirmarse su paternidad, el condenado asegura que su ex pareja comenzó a decir que el segundo hijo de ambos era fruto de una de las violaciones.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios