Cuenta atrás para el alumbrado

"Ya puede nevar, que la Feria estará lista el sábado"

  • Los caseteros y feriantes ultimaban ayer los preparativos en el Hontoria. El Consistorio reforzará el albero con una capa el día del alumbrado para evitar charcos y baches.

Viento del Sur, lluvia, humedad... Las predicciones meteorológicas se cumplieron y el González Hontoria amaneció ayer anegado. El albero no era más que una viscosa masa de barro que caló hasta los huesos a los centenares de trabajadores que ayer trataban de cumplir como podían con su jornada de cara al alumbrado del sábado. "Te tendrías que haber traído unas botas", decía un miembro de la caseta de La Candelaria, una de las que sólo necesitaba ayer algún último retoque. Pero era la excepción. En la mayoría se sentía el agobio de la cuenta atrás. En algunas casetas, como en UGT, las cuadrillas eran numerosas, aunque un encargado de este emplazamiento explicaba que "lo que más nos va a atrasar a nosotros es el tema de la pintura, porque mientras no escampe un rato no se secará, pero yo creo que vamos bien, se complica todo un poco más pero no pasa nada". Mientras decía estas palabras, algunos trabajadores terminaban de colocar los paneles del suelo.

Las peores horas de lluvia llegaron antes de la salida del sol. Entre las cinco y las seis de la madrugada la ciudad recibió 10 de litros por metro cuadrado, una tormenta aparejada de niveles de humedad relativa que rozaban el 100%. El viento llegaría más tarde, con rachas de hasta 54 kilómetros por hora. De estos elementos andaban pendientes en el montaje de la montaña rusa. "Tenemos que ir con más cuidado, pero vamos seguros", contaba uno de los operarios. Los encargados de los 'cacharritos' eran otros de los que trabajaban a destajo. Una de varios pisos al estilo de las 'casas del terror' indicaba que "todo resbala más, pero ya puede nevar o lo que sea que el sábado estará todo funcionado, si no antes".

A lo largo del día se sucedieron labores de todo tipo. Empleados municipales desatascaban con un camión las alcantarillas, que por el paso de camiones, coches y trabajadores acabaron colapsadas y no desaguaban la lluvia. Además, una de las operaciones más complejas es la de la instalación del cableado tanto en casetas y cacharritos como en el alumbrado. Los empleados de la compañía cordobesa Iluminaciones Ximénez señalaban que "peligro no hay porque la corriente no está puesta todavía". Hoy está previsto que se realice una prueba del alumbrado y la idea imperante es que todo irá bien. "Lo que quedan son detallitos", explicaba ayer el delegado de Infraestructuras, José Antonio Díaz. "Está todo controlado, lo que más nos preocupaban eran las torretas de electricidad, pero ya se instalaron la semana pasada". Con motivo de las lluvias, "se va a reforzar el albero el sábado a primera hora y se utilizará un rulo para compactarlo, así evitamos charcos y baches".

En la caseta de la Peña Juan José Padilla se mostraban muy tranquilos, porque "nos reunimos unos diez hombres el fin de semana para montar las casetas. Ayer (por el martes) vinieron las mujeres a colocar la decoración, las cortinas y demás y se quedó esto bonito". Sin embargo, incidían, "hemos tenido que quitar los cuadros y las fotos de Padilla porque por detrás de los paneles de madera cae un poco de agua y se pueden estropear. Los traeremos el mismo sábado, que ya no va a llover más".

En efecto, según la Agencia Estatal de Meteorología, la probabilidad de lluvias continuadas hasta las primeras horas del sábado ronda el 100%, si bien a medida que llegue la tarde la borrasca quedará atrás y para la inauguración de la Feria tan sólo quedará algún que otro indicio en forma de charco aislado. El domingo la probabilidad de precipitaciones es nimia y la temperatura irá subiendo hasta los 30 grados previstos para el martes, acompañados por viento de levante. Después de la tormenta, dicen llega la calma. En este caso, el calor.

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