Las obras en el interior de la plaza de abastos han arrancado este lunes en la calle de la carne, que al igual que la segunda puerta de acceso desde calle Doña Blanca, permanecerá cerrada al público mientras se ejecutan los trabajos contemplados en el proyecto de reforma integral del mercado central, no así el resto de los puestos, que mantienen la actividad comercial.

La empresa adjudicataria tratará de acelerar la actuación en el ala de la carne, la que más urge por la imposibilidad de reubicar a sus comerciantes en otros puestos que están libres, pero que carecen de las cámaras frigoríficas que precisan los carniceros para la conservación del género.

Los comerciantes de la plaza confían en que los trabajos en este ala puedan culminar en el plazo de dos a tres semanas siempre que no surjan imprevistos como el registrado nada más comenzar a levantarse la solería por una picadura en una tubería de agua del subsuelo.

En paralelo, y aprovechando el día descanso de los pescaderos, la empresa cercó ayer uno de los laterales de la zona del pescado –el lado izquierdo según se accede por el centro de la zona del pescado y que estará cerrado hasta el próximo 8 de agosto– para avanzar en la actuación en la cubierta, ha explicado el presidente de la Asociación de Comerciantes de la Plaza de Abastos, Juan Ignacio Parada. La siguiente semana, del 8 al 15, cerrarán los puestos de pescado del lateral opuesto.

Parada ha recordado que, si bien el proyecto tiene un plazo de ejecución de seis meses, existe el compromiso de agilizar al máximo posible las obras en el interior, para lo que la empresa trabajaría en horario de tarde, fines de semana y festivos si fuera preciso, a fin de que el grueso de los trabajos estén listos antes del 15 de septiembre.

El cierre afecta principalmente a la calle de la carne.

La comisión de seguimiento tiene previsto reunirse en las próximas horas para abordar el posible traslado de comerciantes de los puestos de aceitunas, especias y verduras y hortalizas del pasillo principal al del fondo más próximo a la iglesia de San Francisco según avancen las obras.

Parada ha insistido, no obstante, en que la “plaza estará viva” mientras se desarrollan los trabajos, en alusión a que los comerciantes mantendrán la actividad salvo en los momentos puntuales en los que se vean afectados.

Cabe recordar que la comisión de seguimiento, que integran la empresa adjudicataria, el Ayuntamiento, los comerciantes y Asunico, acordó en su día aplazar el comienzo de las obras en el interior, previstas en un inicio para los primeros días de julio, ante la amenaza de la huelga del transporte, finalmente desconvocada.

La decisión unánime fue esperar a hacer acopio de todo el material necesario a fin de evitar posibles interrupciones por la huelga que habrían afectado tanto a los comerciantes como a los consumidores.

Los puestos de los laterales de la zona del pescado alternarán los cierres entre la primera y la segunda semana de agosto.

Junto a la renovación de la solería de toda la plaza, salvo en la zona de pescado, el proyecto contempla la reforma de cubiertas y reposición de piezas rotas, limpieza de bajantes y eliminación de filtraciones; el acondicionamiento de fachadas –limpieza, impermeabilización e hidrofugación–, ya avanzado; así como actuaciones en carpintería, incluyendo sustitución de puertas de acceso, cerrajerías o mejoras de la accesibilidad, y renovación de la imagen de los puestos y su mobiliario.

Del mismo modo, se acometerán otra serie de reformas generales como saneamiento o fontanería; renovación y redistribución de los aseos, puesta en servicio de los montacargas, actualmente en desuso, y mejoras en la climatización, instalación eléctrica y medidas contraincendios.

El proyecto de modernización y rehabilitación integral de la plaza de abastos cuenta con una inversión de 727.522 euros cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) en el marco del Programa Operativo Plurirregional de España 2014-2020 (Feder) dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI) Jerez 2022, que gestiona el Departamento de Planes Especiales del Ayuntamiento.

En palabras de la alcaldesa, Mamen Sánchez, el proyecto incluye la reparación de todos los elementos en mal estado y la mejora de la estética del mercado para transformarlo en "un edificio actual y moderno, más accesible y con mayores comodidades”.