La Guardia Civil ha cerrado en Jerez una operación contra el robo de cobre, un delito que sigue causando decenas de miles de euros en pérdidas tanto a las empresas que lo padecen como al erario público cuando se perpetra contra cableados urbanos. Una intervención a primera hora de la mañana de este miércoles, desarrollada en la calle Armónica, de San Telmo Viejo, vino a poner el punto final a una ardua investigación que se ha prolongado durante más de un año.

La última intervención policial de esta operación, que lleva por nombre 'Copper 19', fue llevada a cabo por agentes del Grupo Roca (robos en zona rural) con la colaboración de la Usecic (Unidad de Seguridad Ciudadana) de la Comandancia de la Guardia Civil. El Grupo Roca fue precisamente quien detectó que cobre de gran calidad en piezas de maquinaria empezaba a aparecer en sus inspecciones. Por su parte, la Usecic de la Guardia Civil, un cuerpo con veinte años de experiencia, acudió para practicar la entrada en el domicilio del detenido. Fueron ataviados con material antidisturbios e incluso escudos balísticos.

Agentes, en el momento en que entraban en el bloque.

Los agentes, que llegaron a San Telmo poco antes de que los jóvenes del barrio entraran en el instituto, actuaron de forma rápida y aséptica. Controlaron la calle Armónica, accedieron al domicilio para detener al sospechoso. Éste abrió la puerta, se vistió y les acompañó hasta el todoterreno. Se le considera uno de los principales implicados en los referidos robos. Acto seguido fue trasladado a la instalaciones de la Benemérita en el jerezano Paseo de las Delicias.

Los detenidos están acusados de delitos tales como robo, receptación y daños

Según ha podido saber este medio, las investigaciones,  -centralizadas por el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Puerto Real y que como ha quedado dicho se iniciaron después de que se detectaran partidas de cobre de dudosa procedencia- fueron deparando detenidos en las últimas semanas. Entre las labores del Grupo Roca de la Benemérita está controlar instalaciones donde este preciado metal (que se paga a 5 euros el kilo) es almacenado. No en vano, este delito se disparó desde 2008, cuando estalló la crisis económica. Los 'Roca' de Jerez se han convertido en verdaderos expertos en este metal. Es por ello que de forma periódica visitan chatarrerías, plantas de reciclaje y los más diversos almacenes.

En chatarrerías de Jerez y La Barca hubo dos y un detenido respectivamente tras detectarse piezas de cobre procedentes de las instalaciones de la factoría Delphi, de Puerto Real. Se trataba, en buena parte, de piezas de gran tamaño en forma de pletinas muchas de ellas. Un responsable de la compañía, actualmente sumida en procesos concursales, certificó ante la Benemérita que dichas piezas procedían de la antigua fábrica de componentes. Básicamente se trataba de cuatro tipos diferentes de cobre: cobre en pletinas, cobre Millberry, cobre estañado y cobre de componentes.

Según destacaron fuentes de la Benemérita, “el trabajo ha consistido en ir tirando del hilo”. Dicho 'hilo' ha dejado nada menos que quince personas detenidas y otras doce investigadas por los presuntos de delitos de robo con fuerza, receptación de material robado y daños. No en vano, para perpetrar dichos robos en la factoría de Delphi se rompieron puertas, ventanas, se hicieron butrones (grandes orificios) en las paredes e incluso roturas de techo.

Un hecho especialmente destacable es que las personas que acudían a vender las piezas no tenían relación alguna con el sector del cobre ni con sector productivo alguno relacionado con este metal. Valga recordar que en ocasiones se ha llegado a utilizar a indigentes o personas sin antecedentes penales para que se encarguen de su venta a cambio de una comisión. Se sospecha que ha habido piezas robadas que han circulado por buena parte de la región.

El registro en la chatarrería de Jerez deparó la detección de casi 21 toneladas de cobre de dudosa procedencia, volumen por el que los responsables del establecimiento habían pagado 80.000 euros. Es reseñable apuntar que el valor de dicho cobre es muy superior en el mercado. La Guardia Civil tiene la absoluta certeza de que tal acaparación del metal rojo no tenía otro fin que “especular con el mismo y lucrarse”. Atendiendo al valor actual de 5 euros el kilo, el montante almacenado tendría un valor de 105.000 euros.