Patrimonio

Las obras del sagrario cierran la rehabilitación total de San Mateo

  • Acciona, de forma desinteresada, acomete el trabajo para acabarla en unos cuatro meses

La recuperación del sagrario de la iglesia de San Mateo empieza a ser una realidad con el inicio de las obras que patrocina la empresa Acciona junto al decidido apoyo e impulso de la hermandad del Desconsuelo. El plazo para dar por terminados los trabajos concluye el 15 de septiembre. Ayer se presentó de forma oficial la restauración, aunque desde hace algunas semanas ya se instalaron los andamios exteriores y la maquinaria necesaria para ejecutar los trabajos. Tras una visita a la capilla, encabezada por el obispo José Mazuelos, se ofrecieron datos de la intervención, desvelándose que el estado del edificio es peor de los que se presumía, una vez que los técnicos han empezado a mirarlo con mayor detenimiento.

El hermano mayor de la hermandad del Desconsuelo, Ángel Bocarando, mostró su agradecimiento ha todos los implicados -obispado, Ayuntamiento y Acciona- asegurando que es firme el propósito de que se cumpla el plazo porque la idea es que la reapertura coincida con la conmemoración de los 300 años de bendición del Señor de las Penas, que se celebrará en las calle con una salida extraordinaria el 11 de octubre.

En estos días, el protagonismo en los trabajos lo tiene un equipo multidisciplinar compuesto por arquitectos, restauradores y arqueólogos que están trazando la hoja de ruta que se seguirá y corrigiendo el proyecto original ante los daños ocultos que están apareciendo que obligan a modificar el documento. Uno de los daños ocultos es la viguería de madera que sustenta la cúpula que está muy deteriorada. Así lo expresaba el responsable de la intervención, el arquitecto Juan Fernando Bernal, subrayando que "una vez comenzado los trabajos hemos visto que está peor de lo que se pensaba. Las filtraciones y el paso del tiempo ha incrementado el deterioro", poniendo como ejemplo grietas de hasta 8 centímetros y que la cúpula original esta oculta por una piel superpuesta.

Por su parte, monseñor José Mazuelos expresó su alegría por el inicio de los trabajos y recordó un dato que ya ha expuesto en anteriores ocasiones, que el dinero que se gasta en patrimonio en jerez las administraciones, en los últimos diez años, fue de cuatro millones de euros mientras que la aportación de los católicos, sin contar lo hecho por las hermandades, es de veinte millones de euros en ese mismo tiempo.

Manifestó su agradecimiento a la hermandad "por haberse lanzado a esta obra", y reflexionó sobre los beneficios colaterales que implica la rehabilitación del patrimonio histórico y artístico. El prelado señaló que mantener esa herencia, no sólo genera empleo también acentuó el papel que juegan templos como el de San Mateo y Santiago "como dinamizadores del barrio mediante sus cultos y todo lo que moviliza. Es la otra cara que supone mantener el patrimonio que hemos recibido. A la larga todos son beneficios", y dijo estar convencido "que, por ejemplo, la reapertura de Santiago supondrá un cambio radical para el barrio".

"Esto es trabajar por el bien común. Jerez está adquiriendo valor en el turismo monumental y religioso" dijo el obispo sobre el uso turístico del patrimonio eclesial, mencionando la Catedral y su museo con el importante flujo de visitantes que recibe y la repercusión que está teniendo: "tenemos grandes tesoros que van calando en el mercado turístico, esto es otro beneficio", concluyó.

Incluso, la Asociación de Vecinos Centro Histórico, invitada al acto, expreso su satisfacción por contar en el barrio con una hermandad como la del Desconsuelo "con un poder enorme y que es capaz de preocuparse por el barrio. Estamos muy orgullosos".

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