LA POLÍTICA SANITARIA DE LA JUNTA, EN ESTADO CRÍTICO

Una sanidad con paso lento

  • Las demoras no sólo están en los quirófanos; hay infraestructuras que llegan a Jerez con años de retraso y otras se han olvidado.

Imagen de la manifestación que recorrió el domingo las calles de Jerez.

Imagen de la manifestación que recorrió el domingo las calles de Jerez. / pascual

Las alarmas saltaron en la sanidad jerezana tras un verano caótico para los profesionales y por ende para los pacientes que requirieron asistencia en esos meses. Al habitual cierre de camas, se unieron las escasas sustituciones del personal que disfrutaba de sus vacaciones y la ausencia de cobertura de otras incidencias, que mermaron las plantillas del hospital y de los centros de salud, ya de por sí ajustadas, hasta límites de una sobrecarga asistencial que sacó a los profesionales a la calle, convocados por un inusual llamamiento unánime de todos los sindicatos. La situación desembocó en concentraciones y denuncias continuas, y sirvió también para reavivar la plataforma 'Marea blanca', un movimiento de profesionales surgido meses antes en los centros de salud, al margen de las organizaciones sindicales. No obstante, las concentraciones semanales, con un importante eco en un principio, languidecieron transcurrido el mes y las protestas se diluyeron con promesas de la gerencia del área sanitaria de incrementar las sustituciones y cubrir en la medida de lo posible las incidencias del personal.

Hasta el pasado domingo en Jerez nunca había llegado a existir, como había ocurrido en las últimas semanas en otras ciudades andaluzas, una respuesta social contundente en la calle por la situación sanitaria, pese a que ésta está aquejada de múltiples males y carencias. Sólo el edificio de Radioterapia, debido a las vergonzantes circunstancias en las que los enfermos recibían este tratamiento, con traslados a Sevilla y en un transporte sanitario sin condiciones, concitó en la ciudad un respaldo que se tradujo en concentraciones en el hospital y gestiones que obligaron a la Consejería de Salud a concertar el tratamiento con una clínica privada de Jerez y a retomar la apertura de un edificio que dormía el sueño de los justos. Ni tan siquiera la agilización que la Consejería impuso entonces a la puesta en marcha del servicio ha servido, a día de hoy, para que el edificio de Radioterapia esté en funcionamiento. Está por ver si la última fecha que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha ofrecido para su apertura, el primer trimestre de este año, se cumple y la Junta salda así, aunque con diez años de demora, esta deuda con las infraestructuras sanitarias de Jerez.

La manifestación del pasado domingo pone en evidencia el descontento existente

Hace tres semanas un desafortunado accidente, el atropello de una mujer que quedó tendida en el suelo durante casi una hora esperando una ambulancia, desencadenó una rotunda denuncia de su marido, Joaquín Fernández, a través de las redes sociales, que al momento contó con numerosos seguidores. Desbordado por la repercusión, Fernández convocó el pasado domingo una manifestación contra los recortes en sanidad por las calles del centro que reunió a más de 5.000 personas, una participación sorprendente, que pone en evidencia el descontento existente.

Y es que los recortes han tenido en Jerez, con una sanidad ya de por sí deficitaria, una importante incidencia. La modernización del hospital, un centro que cubre la asistencia de una población superior a los 400.000 habitantes, nunca se ha llegado a completar y eso que la mencionada modernización fue el argumento esgrimido por el SAS para acallar las voces que hace varios años defendían la idoneidad de un nuevo centro hospitalario para la ciudad. Las mejoras en el hospital se han hecho con escasa planificación, buscando terreno donde apenas lo había para levantar nuevos edificios, en medio de una significativa pérdida de camas -131 menos que hace casi 20 años, según los propios datos del SAS- y también de facultativos, sin que se hayan incorporado especialidades, para las que los jerezanos siguen dependiendo del hospital Puerta del Mar y con un área de Urgencias mal dotada de personal.

La Atención Primaria también ha sido otra de las damnificadas de los recortes. En diciembre se abrió un nuevo centro de salud en la zona Sur, comprometido desde hacía años -precisamente el consejero de Salud, Aquilino Alonso, acudía este lunes a su inauguración oficial- y que en la práctica ha supuesto un desdoble del que ya existía en San Telmo, ya que el SAS se ha limitado a repartir el personal de este último entre los dos, lo que ya está provocando las críticas sindicales. A la espera sigue, aunque su apertura estaba prevista para antes de acabar el año, el nuevo centro de salud de La Milagrosa, que debería venir a descongestionar centros como los de Las Delicias, Montealegre o La Granja. A estas nuevas instalaciones se trasladará el servicio de Urgencias extra hospitalario ubicado ahora en módulos prefabricados junto a La Granja. El SAS dice mantener, pero sin dar fechas, su proyecto de centro de salud en el edificio de las antiguas bodegas Díez Mérito, completamente saqueado a estas alturas como consecuencia del abandono. La falta de intervención en este inmueble impide también que las Urgencias de Jerez Centro, en la calle José Luis Díez, puedan trasladarse a un edificio con mejor accesibilidad.

Tampoco se puede dejar pasar por alto la situación discriminatoria del helicóptero del 061 que tiene su base en el hospital de Jerez y que cubre las asistencias de toda la provincia. Desde hace varios años, es el único en Andalucía que está inoperativo desde mediados de septiembre a primeros de mayo, pese a que los datos demuestran su elevada utilización al menos en el periodo estival, que es cuando está funcionando, siendo requerido el 95% de los días. Se une a ello, un servicio de ambulancias para las emergencias deficitario, con apenas cinco vehículos para cubrir la asistencia urgente en toda la ciudad.

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