El cierre de la segunda semanas de vistas del juicio por el caso 'Huertos de Ocio' estuvo protagonizado por los servicios de Gestión y Patrimonio de la extinta Gerencia Municipal de Urbanismo.
Acudieron a declarar quienes en 2003 tenían responsabilidades como director, Alfonso M. Fernández, y los técnicos que valoraron tanto los terrenos de los huertos como el edificio de Palomino & Vergara, Vicente Prieto y José María Piñero. Junto a ellos se personaron ex concejales como Teresa Vega, Regla Alvarez y Bernardo Villar.
Los técnicos vinieron a decir que no recibieron presiones de ningún tipo en su trabajo (coincidieron los tres) así como que para la valoración de los huertos se halló el valor medio de las transacciones llevadas a cabo en la zona por entonces para alcanzar un valor medio del metro cuadrado.
También se dijo que el objetivo por el que se propuso comprar la oficina de la bodega fue "para liberar la zona del Arenal y dedicarla a zona comercial".
Otro aspecto que quedó claro que Luis Cruz, por entonces gerente, llevaba a cabo una tarea de coordinación. También se puso en entredicho, por parte de las acusaciones, el hechod e que el expediente de permuta careciera de número de identificación. No se obtuvo respuesta clara a este respecto.
Los ex concejales, por su parte, vinieron a decir lo que sus predecesores en el estrado, que la confianza en los servicios técnicos y el secretario general de la GMU eran totales, así como que aquellos consejos venían a ser una serie de aprobaciones en masa si los expedientes venían con los informes favorables.
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