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El seguro, un gran desconocido

  • El jerezano Alberto Manzano, junto a cuatro historiadores más, publica 'La Historia del Seguro en España', editado por la Fundación Mapfre

Ese gesto tan incómodo de pagar cada cierto tiempo el seguro..., de lo que sea, tiene su historia. Ya en la Antigüedad, a su manera, estaba presente en las vidas de los ciudadanos. Y desde entonces, como una especie inmortal, se ha ido adaptando a los tiempos, a las circunstancias y a los caprichos humanos. Ha sobrevivido a catástrofes, a las crisis, incluso a la picaresca. Lo conoce bien el jerezano Alberto Manzano, dedicado al mundo del seguro durante casi medio siglo, y recientemente jubilado de la presidencia de la Fundación Mapfre. Y como sabe tanto del tema, pues tuvo la iniciativa de escribir un libro, La Historia del Seguro en España, junto alos historiadores Gabriel Tortella, Leonardo Caruana, José Luis García y Jerònia Pons, que fue presentado días atrás en la Academia San Dionisio y que está editado, publicado y patrocinado por la mencionada entidad aseguradora.

Manzano recuerda que se ha escrito "poco de la historia del seguro en nuestro país, y otra de las razones para escribir este libro es que el seguro es un gran desconocido y, sin embargo, es importantísimo, ya que ha contribuido mucho en nuestras vidas y no nos damos cuenta". Asimismo, subraya que el seguro en España, ahora mismo, "está al mejor nivel de prestaciones. Esto de que se te estropee el lavavajillas y vaya el fontanero a tu casa a arreglártelo, por ejemplo, se hace aquí y no en muchos otros sitios". A este respecto, el autor reconoce además que tenía "una obligación moral de que se conociera la aseguradora en general".

Medio millar de páginas con un contenido fruto de una intensa investigación, que rebosa curiosas ilustraciones. "Sin duda, es una novedad editorial en el mundo de la historia económica", añade. Una obra que se inicia en los orígenes del seguro como institución, en las cofradías medievales y hermandades, que tenían sistemas de ayuda mutua y que dieron lugar a las mutualidades y montepíos. Por otro lado, también nace el seguro mercantil, que surge del tráfico marítimo del Mediterráneo en Génova y en Barcelona. De esta forma, los dos primeros capítulos de la obra abordan el período comprendido entre 1500 y 1814. A pesar de la extensión temporal abarcada, los cambios en el contrato de seguros durante esos siglos fueron pocos y muy progresivos. "Paulatinamente observamos cómo empiezan a producirse ciertas transformaciones entre ellas, la aparición de ciertas compañías especializadas (la creación de las primeras sociedades de seguros por acciones tendrá lugar a finales del siglo XVIII), o la extensión de la cobertura a los riesgos de incendios o de vida, lo que impulsó el estudio y el avance de las ciencias actuariales", explica Manzano. Concluyen con un análisis de las principales plazas del mercado asegurador español durante este período: Cádiz, Barcelona, A Coruña y Palma de Mallorca. La obra hace un recorrido por todo la historia del seguro en España hasta nuestros días.

"El gran salto del seguro se ha dado en los últimos 30 años, a raíz de la liberalización de su legislación, que era muy rígida, por el fuerte desarrollo económico del país y por la acertada gestión de los aseguradores", cuenta Manzano. Y es que en 1965, cuando el jerezano comenzó en este mundo, las tecnologías "no te daban las posibilidades de ahora. Y en aquella época el seguro se distribuía por delegados. Hoy se hace de mil maneras, por agentes, bancas, teléfono, Internet, centros comerciales. Y se ha perfeccionado la gestión de las compañías y los servicios a los asegurados. Si se te estropea el coche, una grúa te lo recoge y lo lleva al taller..., o si te pones enfermo en un viaje la aseguradora te atiende..., o si... El nivel de servicios no tiene nada que ver. Antes era más indemnizatorio". Manzano confiesa que el seguro "ha sobrevivido a grandes catástrofes como la de las Torres Gemelas, a crisis económicas, que tienen pérdidas superiores a los desastres naturales. Y el seguro siempre ha pagado y en España nunca se ha tirado de fondos públicos para ayudar a resolver problemas de aseguradoras". ¿Y cómo sobrevive el seguro a la picaresca de este país? "El fraude es inevitable, como todas las cosas de la vida. Pero forma parte de los costes que soportamos. Pero la picaresca perjudica al resto de asegurados porque hace subir las primas", responde.

Una de las mil curiosidades que guarda este libro es que el seguro para coches en España es obligatorio desde 1965, aunque en otros países fuera de Europa no es así. "Es algo importante -comenta- porque al circular estás generando riesgos a las personas y materiales, y debe haber una garantía de cobertura". La obra retrata anécdotas como que cuando comenzaron los seguros marítimos, eran los propios comerciantes los que aseguraban los barcos porque no había entidades de este tipo, "así que los que no tenían posibilidades, se encomendaban al 'seguro' de las plegarias para que la nave no se hundiera". De hecho, hay que destacar que la mayoría de las entidades aseguradoras en Cádiz, que eran casi un centenar, tenían nombres de santos y vírgenes.

Manzano se aventura y habla del futuro del seguro en España, y a este respecto apunta que hay que desarrollar más el seguro de vida, en comparación con el resto de economías europeas. "Es un pilar muy importante porque acumula una gran masa de ahorro que contribuye al desarrollo de la economía. Pero para ello, en nuestro país falta el desarrollo de un marco fiscal adecuado y más estable".

Una obra que habla de la vida misma y, como concluye Manzano, "no sólo tenemos ante nosotros las peculiaridades de un modelo contractual concreto sino que, a través de él, descubrimos la evolución de toda la economía nacional". Ahí es nada.

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