Vendimia

La vendimia en el Marco de Jerez podría superar "los 40,5 millones de uva cosechados"

Vendimia a mano en la viña El Candelero.

Vendimia a mano en la viña El Candelero. / Manuel Aranda

La vendimia se ha adelantado este año en torno a diez o quince días antes de lo previsto en Andalucía, lo que ha obligado a los agricultores a tener que recoger la uva a primeros del mes de agosto por las altas temperaturas sufridas durante el pasado mes de julio con la ola de calor y por la sequía, generada por la poca cantidad de lluvia que ha caído desde el pasado septiembre de 2021.

Así lo han expresado fuentes de Asaja Cádiz, Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Málaga y el Consejo Regulador de Denominación de Origen de Jerez.

En este sentido, el presidente de Viñas de Asaja Cádiz, Francisco Guerrero, ha explicado que este año la vendimia ha comenzado antes "fundamentalmente por la sequía", sin olvidar "las altas temperaturas sufridas desde mayo". Esto ha provocado "una maduración extraña", ya que la uva "no está madurando, sino concentrando azúcar y acidez".

Las temperaturas del mes de agosto están "ayudando a la maduración" de la uva, aunque la recogida ha comenzado porque "mucha uva se estaba quemando". Además, el exceso de "concentración", generado por las altas temperaturas, estaba provocando que la uva de los viñedos de Cádiz se "pacificase antes de la maduración". Aunque el comenzar antes con la vendimia no ha sido decisión solo de los viticultores, ha afirmado, sino de "las empresas elaboradoras".

Por su parte, el técnico de departamento de Viñas del Consejo Regulador de Jerez, David Gómez, ha estimado que la producción de uva superará los 40,5 millones, en torno a un 25-30% menos que el pasado año, que tampoco fue "un año bueno".

Esta reducción de la producción no está relacionada con la calidad de la uva, que ha sido "buena". En cuanto a la lluvia que el Consejo ha cuantificado, se sitúa en torno a los 375-450 litros por metro cuadrado, cuando lo habitual debe ser unos 600, según ha afirmado la entidad.

De este modo, Gómez ha señalado que las pocas precipitaciones generaron que la uva "madurase un poco más tarde", aunque la acumulación de lluvias en diciembre y marzo la "igualara a otros años". Esto provocó que la "segunda remisión de la uva --que ha madurado más tarde-- haya pillado la ola de calor de julio y se ha deshidratado y no han madurado bien, pillando una acidez más alta".

Así, la ola de calor generó "pánico" en los agricultores, porque las uvas estaban "generando grados pero perdiendo agua". La cosecha de uva se inicia con un grado mínimo de 10,5, aunque tal como ha confirmado el técnico, "no es habitual que se superen los trece grados" en el producto.

Gómez ha añadido que "desde primeros de agosto", con la bajada de temperatura, ha ayudado a que la uva "recupere calidad". Además, ha indicado que este año ha habido "pocos focos" de enfermedades en la cosecha, "controlados sin problema".

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