Jerez

Un sillón para dos alcaldes

  • Tanto el popular Antonio García como el socialista Antonio González se ven legitimados para gobernar en San José del Valle después de que la moción de censura de PP e IU saliera adelante sin el visto bueno del secretario

Esperpéntico, surrealista, casi irreal. San José del Valle se levantó ayer teniendo un alcalde y se acostó con dos. Y ello se produjo después de una sesión plenaria sin precedentes en la política provincial que originó con las horas un duro cruce de acusaciones entre las direcciones provinciales del PSOE y del PP. Y es que Antonio García Ortega, líder local del Partido Popular, se convirtió ayer en el nuevo alcalde de esta localidad jandeña tras salir airoso de una moción de censura que sin embargo fue considerada ilegal por el secretario general del Ayuntamiento. La consecuencia es que tanto Antonio García como el regidor saliente, el socialista Antonio González Carretero, se sentían ayer legitimados para ser la máxima autoridad municipal en esta localidad.

La Justicia, por tanto, será la que tendrá que decidir quién es el actual regidor de San José del Valle. Pero mientras eso sucede puede pasar de todo en este pueblo, porque González Carretero se atrincheraba en la Alcaldía tras el pleno de ayer repitiendo que él era el alcalde legítimo y Antonio García daba las primeras instrucciones al secretario municipal para que a partir de primera hora de la mañana de hoy se produzca el relevo de mando.

La mañana se mantenía ayer lluviosa en la comarca de la Janda, aunque en San José del Valle los nubarrones dieron paso a algunos claros. Varios parroquianos, paraguas en mano, hablaban en la plaza de Andalucía de lo que podría ocurrir a escasos metros, en la primera planta de un Ayuntamiento que fue inaugurado en la etapa de Rafael Román Román como presidente de la Diputación. El mismo veterano dirigente socialista recordaba este hecho pocos minutos antes del inicio de un pleno al que acudió junto a otros cargos de su partido y del PP.

Todo hacía indicar que sería un pleno fallido, es decir, que el secretario municipal, José Carlos Baquero, tomaría la palabra, llamaría a los concejales de mayor y menor edad, que se daría lectura a la moción de censura y que al no haber los votos necesarios, porque el secretario mantiene que Joaquín Soto es ahora un concejal no adscrito tras darse de baja en IU, quedaría suspendida la sesión.

Pero no fue así. Tras constituirse la mesa de edad, compuesta por Bernardo León y Francisco José Moreno, ambos concejales del PP, este tándem tomó las riendas del pleno. El secretario insistió en la condición de no adscrito de Soto, defendió que la moción de censura no podía seguir adelante, pero el candidato a la Alcaldía por el PP, Antonio García, tomó la palabra para repartir un informe jurídico encargado por el secretario provincial del PP, Antonio Saldaña, al bufete de abogados Ortiz, Quevedo & Risco y firmado por el letrado Juan José Ortiz, a la sazón concejal del PP en la capital gaditana.

En ese informe se argumentaba que los informes de la Secretaría General del Ayuntamiento "no son vinculantes, sino facultativos" y que la última palabra la tenía siempre la Corporación y, en concreto, la mesa de edad. También defendía el informe esgrimido por García Ortega que el concejal Joaquín Soto "sigue negando su supuesta renuncia como militante" de Izquierda Unida y criticó que el secretario sí diera validez "a un documento presentado en el registro del Ayuntamiento por un tercero" en nombre del coordinador provincial de IU, Fernando Macías. Y defendió que la moción de censura tenía que seguir adelante.

El aún alcalde, Antonio González (PSOE), dijo abiertamente que lo que estaba sucediendo era una "ilegalidad flagrante" y le recordó a Soto que él mismo había reconocido en los medios de comunicación que había firmado su baja voluntaria como militante de IU. "Soy el alcalde legítimo votado por el pueblo y el secretario del Ayuntamiento ha informado por activa y por pasiva que no se da la mayoría reforzada de siete concejales necesarios para hacer este pleno. Así que si la mesa de edad va a incurrir junto a los otros cuatro concejales que firmaron la moción de censura en este presunto caso de prevaricación, los concejales socialistas abandonaremos este salón de plenos y acudiremos a las instancias judiciales oportunas a poner las denuncias correspondientes", dijo con contundencia el líder local del PSOE.

El turno de intervenciones lo cerró Joaquín Soto, quien dijo que no ratificaba en absoluto los documentos presentados por la dirección provincial de IU en el Ayuntamiento.

De nuevo tomó la palabra el secretario municipal para defender sus informes precedentes, que se basaron en un documento de IU en el que Soto había estampado su firma, un documento al que él le da total validez. "Si este concejal presenta un escrito en el que pide que se tenga por nulo un informe anterior presentado en el Ayuntamiento por el coordinador provincial de IU, yo entiendo que se está ratificando que el escrito presentado unos días antes pidiendo su baja era válido, ya que estaba también firmado por él", reflexionó el secretario general del Ayuntamiento, quien reiteraba que, a su juicio, la moción de censura no era legal.

Tras un pequeño rifirrafe entre Antonio García y el secretario municipal, el presidente de la mesa de edad, Bernardo León, le preguntó al concejal Soto Barrera si se ratificaba en los documentos presentados, diciendo éste que no.

La tensión estaba ya disparada, el alcalde socialista advertía a los firmantes de la moción de censura de las consecuencias que podrían derivarse de su postura, aunque nada de ello impidió que la mesa de edad decidiera seguir adelante con la moción de censura. Así, tras abandonar el salón de plenos todos los ediles socialista y dirigentes de este partido que estaban entre el público, se votó a mano alzada la propuesta de relevo de alcalde, obteniendo seis votos a favor. Antonio García juró entonces su cargo de alcalde mientras el secretario reiteraba una vez más que él no daba validez a la votación realizada y que ello quedaría reflejado en el acta de esta sesión plenaria.

Al término de la moción de censura el alcalde saliente se reunía junto a otros cargos socialista en la Alcaldía. En paralelo, el regidor entrante y los concejales que habían votado la moción de censura eran ovacionados por el público que aún quedaba en el salón de plenos y abucheados por los que estaban en el exterior del Ayuntamiento. Posteriormente García Ortega justificó el relevo por la "parálisis" en la gestión socialista y por "la actitud dictatorial y despótica del alcalde socialista hacia la oposición y hacia los vecinos que no opinan como él".

García, que inicia así su tercera etapa como regidor, ya dio ayer sus primeras instrucciones como alcalde al secretario del Ayuntamiento, a quien pidió que cumplimentara los trámites habituales tras un relevo de alcalde, como hacer inventario, elaborar un arqueo general de las cuentas municipales y la redacción del acta de la sesión de ayer. La idea de García Ortega era tomar posesión de la Alcaldía vallense a primera hora de la mañana de hoy.

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