El lugar en el que quedó tendido A. M., de 24 años, fallecido tras una pelea en la que recibió una cuchillada mortal en su costado izquierdo, se había convertido ayer en un pequeño altar de velitas y flores depositadas por los allegados de la víctima. El suceso ocurrió la mañana del domingo en la plazoleta interior las llamadas '102 viviendas' de San Benito, el edificio frente a los juzgados en el que se encuentra una oficina de Jereyssa. El autor de los hechos y el finado se conocían y habían pasado la noche anterior de fiesta, aseguran personas del entorno. Aún no se habían recogido cuando empezaron a discutir. Pasaron parte de la mañana jugando a la videoconsola en casa de uno de ellos. Fuentes hablan de que comenzaron una discusión en plena calle y que el fallecido habría propinado varios golpes al homicida. Éste respondió sacando un arma blanca con la que asestó una puñalada que acabaría con la vida de la víctima. A pesar de las lluvias de la propia mañana del domingo y de la labor de los bomberos, ayer aún quedaban restos de sangre de la víctima.

El presunto autor de los hechos seguía ayer como detenido en los calabozos de la comisaría de Policía y se espera que a lo largo del día de hoy pase a disposición judicial. Salvo sorpresa, ingresará en prisión provisional debido a que se trata de un delito de sangre. Fueron los agentes del CNP los que procedieron a la detención tras las primeras llamadas. Encontraron a C., de 31 años, vecino de uno de los bloques, en las zonas comunes. Él mismo confesó los hechos a los agentes cuando éstos llegaron. Los investigadores de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) consideran esclarecidos los hechos y no se van a producir más detenciones. Testigos negaban ayer que se hubiese producido un altercado masivo entre familias, como apuntaban algunas fuentes el domingo. El revuelo se generalizó en la zona a raíz de la discusión, pelea a puñetazos y posterior puñalada que se presenciaron en la zona. "Les intentaron separar cuando sacó el cuchillo", cuenta una persona de la zona.

El suceso ha supuesto una gran conmoción en el complejo de viviendas sociales. El propio domingo se vivieron conatos de venganza en busca de allegados del presunto homicida. Ayer apenas nadie quiería hablar, y quien lo hacía medía sus palabras con cautela. La rumorología en las redes sociales ha provocado una gran suspicacia. Allegados trataban de aclarar ayer por las redes quién había sido víctima y quién autor del suceso, pues se habían generado algunas desagradables confusiones. "Hay que dejar este tema ya, los vecinos lo hemos pasado muy mal con esto y hay dos familias rotas, dos madres llorando, la de quien lo hizo, que ella no tiene culpa, y la del que ha muerto, que bastante tiene", decía un vecino a escasos metros del lugar de los hechos.

Por otro lado, el cadáver seguía ayer en el Instituto de Medicina Legal de Cádiz, a la espera de que finalice el procedimiento de autopsia para que se le pueda dar sepelio. El asunto no quedará cerrado hasta que finalice la instrucción y un posterior juicio al que se podría llegar con una confesión del presunto autor, si mantiene la declaración de los hechos que realizó en el lugar del crimen.