las secuelas de la crisis en las ongs

Cómo subsistir con el tijeretazo a las ayudas

  • Entidades sociales como Afemen se han visto obligadas a hacer sus propios planes de ajuste · Reducciones de sueldo, de jornada, renegociación de alquileres: todo por mantener el servicio que prestan a las personas con enfermedad mental

¿Plan de ajuste municipal? ¿Recortes del Gobierno de Rajoy?. Al gerente de la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales (Afemen), Blas García, todo esto le suena y no le queda más remedio que bromear cuando se le pregunta cómo sobrevive una entidad social como la suya a la crisis, al tijeretazo en las subvenciones y ayudas y a las deudas que les han dejado los distintos organismos. "El plan de austeridad de Rajoy se queda corto con el nuestro. Nosotros hemos hecho ya dos planes de ajuste. El primero a principios de 2011 y afectó a la estructura organizativa. Se rebajaron los sueldos entre un 20 y un 25% en algunos casos, en otros se redujo la jornada completa a media jornada y también hicimos recortes en otros gastos generales: renegociamos los alquileres de los locales que teníamos y hasta el coste del mantenimiento del ascensor. El segundo plan ha sido este año".

El de Afemen es sólo un ejemplo que bien puede ilustrar la tesitura en que ha colocado la crisis a ONGs y colectivos de toda índole. La asociación de ámbito provincial, que ha pasado de tener un presupuesto anual de 550.000 euros en 2008 a 370.000 en 2011, nació hace casi 20 años para trabajar con personas con enfermedades mentales y sus familias y hasta hace poco disponía de ocho centros sociales por toda la provincia, el principal el de Jerez, junto al centro de salud de San Benito. El año pasado se cerró el de San Fernando, debido a un acuerdo con la Fundación Faisem (Fundación Pública Andaluza para la Integración de Personas con Enfermedad Mental), que puso en marcha allí un centro de día y hace poco echó el cierre el que Afemen tenía en Conil, por problemas económicos. "Era el que menos usuarios tenía y se tuvo que sacrificar para poder mantener el resto, entre ellos el de Jerez. Procuramos que estos recortes afecten lo mínimo a los usuarios que atendemos y tenemos la suerte, no sé si por la crisis, de tener ahora más voluntarios y trabajadores en prácticas que nos ayudan". Se ha evitado, además, que se tengan que producir despidos entre las 17 personas contratadas por la asociación.

Afemen, como otras organizaciones sociales, se ha visto afectada por los drásticos recortes llevados a cabo fundamentalmente por los ayuntamientos, pero también por las obras sociales de las entidades financieras y por otras administraciones como la Diputación o la Consejería de Bienestar Social. "De la media que nos venía aportando la Junta en los últimos diez años, se ha producido una rebaja del 80%. Una barbaridad. Nos dicen que cada vez son más las asociaciones que presentan sus proyectos y que los fondos de la Consejería para estas subvenciones se han reducido".

Depender, aunque sea en parte de las ayudas de las Administraciones, no es sencillo, según asegura García. "El 40% de nuestros ingresos nos los aprueban en el último trimestre del año, con lo cual para elaborar los presupuestos de la asociación hay que hacer un alarde de adivinación. Hay que adivinar qué cantidad te van a dar y en concepto de qué". Así han funcionado 20 años y hasta que estalló la crisis, todo iba más o menos bien: el puzzle al final encajaba y los presupuestos cuadraban, "pero los recortes nos han hecho polvo la contabilidad", lamenta.

Los planes de ajuste que ha aplicado Afemen le han permitido subsistir, no seguir acumulando déficit pero siempre bajo un escenario de incertidumbre. Y en medio de todo, la asociación cuenta con un respaldo importante: casi un 60% de sus ingresos vienen del Ministerio de Sanidad y de Faisem, dependiente de la Consejería de Salud. La aportación de esta Fundación supondrá este año el 50% de los ingresos de Afemen, no porque la ayuda haya aumentado, sino porque el presupuesto de la asociación ha descendido. Mientras, el porcentaje de las aportaciones de los socios es infinitamente menor y también ha disminuido. "La situación económica que atraviesan las familias se nota. Hay socios que se han dado de baja. Nos dicen: sabemos el bien que hace Afemen, pero no podemos. Y eso que no es una cuota grande, diez euros, pero lo que pasa es que suman una cosa y otra y no pueden".

"Son malos tiempos para las cuestiones sociales", asevera el responsable de Afemen. Y al igual que está ocurriendo ahora con los ayuntamientos, obligados a presentar planes de ajuste que les den credibilidad ante las entidades financieras, García afirma que "nosotros para defender de cara a las instituciones nuestras necesidades, hemos tenido que demostrar que damos ejemplo: aquí están los recortes que hemos hecho y ahora necesitamos ayuda, porque ya hemos tocado hueso y se trata sólo de sobrevivir".

Con respecto al Ayuntamiento de Jerez, que mantiene una deuda difícilmente ya cuantificable con las entidades sociales y que no ha hecho convocatorias públicas de subvenciones en los últimos años, García no guarda ya casi esperanzas. "Con la que hay en el Ayuntamiento, que no puede ni pagar a la plantilla, cómo vamos a ir a reclamar. Con qué cara me presento allí. Con los ayuntamientos nos pasaba que tardábamos tiempo en cobrar, pero lo peor es que no haya nada que cobrar". Afemen suma además a esa deuda municipal la que también tienen pendiente de cobrar del SAE (Servicio Andaluz de Empleo) con el que mantienen un convenio.

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