La vendimia en el Marco de Jerez se encuentra en su ecuador después de que las labores de cosecha cerraran ayer al borde los 30 millones de kilos. Como es sabido, se espera que este año las viñas de la denominación de origen reporten a los 31 lagares inscritos unos 60 millones de kilos de uva, de los cuales, oficialmente, a día de ayer se habían recogido 27.887.438 de ellos.

En lo que se refiere a la actividad, cabe destacar que seis de los nueve términos municipales que conforman la denominación de origen de los vinos de Jerez y la manzanilla de Sanlúcar ya se han adherido a las labores de vendimia, restando por el momento tan sólo que lo hagan Puerto Real, Rota y Lebrija.

La localidad con mayor actividad es lógicamente Jerez, donde radican 11 de los 18 lagares que en la actualidad están funcionando. La segunda localidad con mayor actividad es Sanlúcar, con dos lagares, seguida de Trebujena, con otros dos. Cabe destacar que la cifra de lagares es un concepto que debe ser entendido de forma relativa, ya que evidentemente no 'pesa' los mismo el lagar de una pequeña explotación que el del centro de producción de una gran bodega, caso por ejemplo de 'La Copas' de González Byass o Real Tesoro del Grupo Estévez. A este respecto es igualmente reseñable que a lo largo de la próxima semana las grandes del Marco pondrán punto final a las labores de cosecha, restando por incorporarse a las labores los pagos más cercanos a las zonas costeras, lugares donde la uva, como es sabido, tarda más en madurar.

En lo que a producción se refiere, las viñas del Marco de Jerez ya han aportado a los lagares 23.910.258 kilos de uva, siendo el término municipal de Trebujena el segundo más productivo hasta el momento con un volumen de vendimia de 3.016.680 kilos. Este dato viene a suponer que de lo recogido hasta el momento Jerez ha aportado el 85,7% y Trebujena el 10,8%. El resto de la producción se la reparten Sanlúcar, El Puerto, Chipiona y Chiclana, apenas un 4,5% del total vendimiado hasta el momento.

En lo que se refiere al grado, a día de ayer el potencial alcohólico de la uva (graduación baumé) se cifraba en 11,63 grados. Cabe destacar que se trata de la mayor graduación que se ha registrado a lo largo de toda la campaña. La menor se midió el pasado 17 de agosto, cuando los reflectómetros reportaron un potencial de azúcar de 11,16. Desde entonces el mismo ha crecido casi medio grado.

La actual campaña "ha venido especialmente condicionada por las circunstancias meteorológicas registradas durante los últimos meses, si bien este año hay que destacar lo inusual de las mismas: hemos tenido un año relativamente seco, con cantidades en general por debajo de lo 500 litros por metro cuadrado, cuando lo habitual es que se superen los 600", se apunta desde el Consejo Regulador. Las lluvias llegaron en mal momento (pleno mes de mayo y además de forma intensa) y durante el mes previo al inicio de la vendimia se levantaron constantes temporales de viento de levante que ayuda a que aumente el potencial de azúcar (ya que al ser cálido evapora agua y aumenta su concentración) pero da lugar a maduraciones cuando menos extrañas. No en vano, en esta vendimia 2016 se han podido encontrar en la misma cepa uva madura, en vías de maduración y verde que no llegaría a ser útil.

En pleno ecuador de la vendimia se confirma que el impacto de las plagas de hongos que afectaron a viñas en Huelva y Sanlúcar ha sido mínimo en el Marco de Jerez, algo que se ha demostrado con los buenos niveles de glucónico medidos en la uva, ya que éste es un marcador que se dispara cuando los microorganismos han provocado problemas sanitarios en la uva, tales como infecciones o podredumbre gris.